30 jul 2012

En Laboulayefabrican bolsas verdaderamente "BIO"

El Puntal de Río Cuarto (30/07/2012)
Laboulaye: fabrican bolsas con fécula de maíz que se degradan en 80 días

Una empresa familiar encontró una alternativa al uso del polietileno, luego de que fuera restringido para la elaboración de unidades tipo “camiseta”. Se trata de la primera industria que las produce en el país
Laboulaye.- Una empresa familiar de Laboulaye encontró en la fécula de maíz y los óleos vegetales de la cáscara de papa la materia prima para reemplazar al polietileno en la
fabricación de bolsas tipo “camiseta” que elabora desde hace más de 25 años.
Se trata de la firma Papeleno SRL, que debió buscar una alternativa luego que desde distintos entes gubernamentales se prohibiera la utilización de polietileno en la fabricación de las tradicionales bolsas de supermercado.
“Nuestra empresa fabricaba la bolsa común de polietileno, que son a base de petróleo.
Veníamos importando de Brasil el material hasta que Moreno trabó la importación, por lo que estamos trayendo todo de Bahía Blanca, del polo petroquímico, pero no es el mismo material, ni es el mismo modo de pago”, expresó Daniel Alberto Nicolino, titular de la firma.
Contó que en el año 2008 recibieron una licencia de un organismo con sede en Londres que los habilitaba a producir a base de material oxibiodegradable bajo siete normas internacionales. “Se trata de la bolsa que lleva el logo D2W, pero que no es cien por ciento degradable, porque con el correr del tiempo en contacto con la naturaleza la bolsa empieza a escamarse, se desarma, pero no pasa a ser orgánica. Continúa siendo material símil al plástico pero no totalmente degradable”, explicó.

Iniciativa
Nicolino comentó que fue su hijo Federico quien se interiorizó en el tema y se lanzó a la búsqueda de nuevos materiales.
“En febrero del 2011 Villa María prohibió totalmente la bolsa de polietileno, aún la biodegradable. Es una ciudad en donde trabajábamos bien, por lo que mi hijo me pidió permiso para hacer una inversión y empezar a incursionar en las bolsas a base de fécula de maíz y óleos vegetales de la cáscara de papa”, manifestó.
De las distintas averiguaciones, pudieron corroborar que esta producción ya se realizaba en Estados Unidos, Italia y Brasil, por lo que la iniciativa laboulayense sería pionera en el país y segunda en Latinoamérica.
En contacto con el Conicet advirtieron que en Argentina existe una firma que se dedica a la fabricación de insumos médicos a base de esta misma materia prima.
El novedoso material se denomina científicamente Mater-Bi y su prinicipal característica es su condición de oxibiodegradabilidad. Gracias a ello se estima que mediante un proceso industrial de compostaje en 60 a 80 días puede convertirse en materia orgánica.
En contrapartida, presenta una debilidad: una bolsa a base de fécula de maíz cuesta 10 veces más que una de polietileno. Y es en esta característica en donde encuentran obstáculos al momento de ser adoptada como alternativa ecológica.
A partir de ello, la empresa comenzó a adaptar la fábrica para un nuevo producto y actualmente construyen una nueva nave en el predio fabril para dedicarla íntegramente a esta producción. Nicolino comentó que ya han recibido consultas de varias empresas interesadas en adquirir las bolsas a base de fécula de maíz y que la proyección empresarial apunta a fabricar 200 toneladas por mes a partir de los próximos dos años.
Políticas ambientales
Para Nicolino, la prohibición a la fabricación de bolsas camiseta de polietileno es una decisión netamente política, que tiene mínima incidencia en el cuidado ambiental.
“No tiene ningún sentido restringir la producción de bolsas si no se hace nada desde la materia prima. Por ejemplo, una botella de agua mineral contiene materia prima equivalente a 20 bolsas camiseta y de qué sirve prohibir una si en la otra no se toman medidas. Además, el consumo de este tipo de bolsas significa el uno por ciento del total de bolsas que se utilizan en el país y que admiten su fabricación en polietileno”, señaló.
El empresario propone dos alternativas a modo de protección ambiental: una, que la materia prima base que sale de la petroquímica ya sea el 100 % oxibiodegradable, de forma tal que todos los subproductos que de allí se fabriquen sean degradables. La otra, que los gobiernos adopten políticas de selección y reciclaje de basura.
“Se trata de una política integral, en donde el niño aprende sobre el tratamiento de los residuos en la escuela y luego lleva esa enseñanza al hogar. Paralelamente, la Municipalidad recibe apoyo de la Provincia, y la Provincia de la Nación para garantizar los recursos necesarios para la recuperación, selección y el reciclado de basura”, ejemplifica.
Es por eso que Nicolino considera que el desarrollo de bolsas a base de fécula de maíz tendrá un impacto mínimo en la mejora del ambiente si es que no se toman políticas macro sobre la basura.
“Lo ideal sería seguir usando la bolsa normal que es mucho más económica pero adoptar el proceso de compostaje industrial para reciclarlas. La contaminación la produce la gente, no la bolsita de polietileno”, reflexionó para luego finalizar: “En otros países se observa que reciclan y reutilizan los materiales en distintas obras públicas, tales como tubos, cañerías y hasta para la construcción de cunetas”.

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