28 feb 2012

No bajó el consumo de bolsas en la Capital

La Voz del Interior (28/02/2012)
Pese a la ley, no bajó el consumo de bolsas



Hace un año que están prohibidas. Pocos las reutilizan y las autoridades no controlan el cumplimiento de la norma. El interior, mejor.
Parece otra ley que nació para no ser cumplida. En rigor, ni siquiera se controla su cumplimiento. En febrero de 2011, entró en vigencia la ley provincial que “prohíbe en todo el territorio provincial el uso de bolsas de polietileno y de todo otro tipo de material plástico convencional”. A un año de aquello, poco y nada se avanzó para hacerla cumplir.
La norma, aprobada por unanimidad en la Legislatura provincial, establece que “la Secretaría de Ambiente de la Provincia deberá crear un programa de reemplazo” y establecer un régimen de sanciones por incumplimiento, entre otras acciones. Nada se ha hecho en un año.
Sólo avanzaron, aunque con matices, unas 35 localidades del interior que ya lo habían hecho con ordenanzas propias, por su cuenta, y la mayoría con anterioridad a la existencia de esta ley. En algunas, el control y el cumplimiento es más estricto y han logrado ya reducir en forma significativa la cantidad de bolsas plásticas que terminan en los basurales sin poder degradarse durante 100 o más años. En otras, las ordenanzas sólo figuran en los papeles o las acatan los comercios más voluntariosos.
De todos modos, el grueso de las localidades aún no ha hecho nada. Se cuentan las más grandes, como Capital y Río Cuarto. Córdoba capital dictó en 2010 una ordenanza propia que debía ponerse en marcha en marzo del año pasado, aunque muy limitada: prohíbe que los supermercados (y no todos los comercios) entreguen bolsas plásticas, pero admite las denominadas oxidegradables. Por ambas condiciones, las entidades ambientalistas consideran que incumple la ley provincial. De todos modos, tampoco se respeta lo poco que ordena.
Benjamín Blanch, presidente de la Cámara de Supermercados y titular de la cadena Buenos Días, reconoció que en un año “no ha pasado absolutamente nada; nada de nada”, enfatizó. “Es más, damos más bolsas que antes”, agregó. La única diferencia, es que los súper entregan bolsas oxidegradables, pero “contaminan de la misma forma”, admitió.
Blanch aseguró que en los próximos días los asociados se volverán a reunir para tratar el tema y conversarlo con Crese, la empresa que recolecta la basura. Pero la cuestión no se resuelve tan fácilmente porque cualquier proyecto tiene que pasar y ser aprobado por el Concejo Deliberante.
La idea de la Cámara es cobrar a los clientes entre 1,50 y dos pesos por un pack de 10 bolsas de un material que les permitan utilizarlas más de una vez en el supermercado o, directamente, para la basura.
“Es una bolsa más grande, con colores diferenciados para separar basura inorgánica de la orgánica”, explicó Blanch. Aseguró que todos los asociados estaban de acuerdo y que hasta ya habían seleccionado el proveedor. “La gente no cambió su hábito absolutamente nada”, dijo Blanch. Y no sólo eso: “Damos casi 1,2 millón de bolsas por mes”, sostuvo Blanch en referencia al súper Buenos Días.
Qué dan ahora. Las nuevas bolsas oxidegradables que actualmente se entregan en Capital no son biodegradables. La única diferencia es que se despedazan mucho antes, pero siguen siendo plásticas y, por lo tanto, formuladas a partir de derivados del petróleo.
Un estudio de la investigadora Élida Hermida, del Conicet, determinó que, en realidad, “poseen aditivos que promueven una mayor degradación que las tradicionales de polietileno, pero sin que las partículas de polietileno desaparezcan del sistema”.
Así, esas mal llamadas oxibiodegradables sirven para reducir el desagradable efecto visual de las bolsas como residuos, pero no su impacto ambiental real.
Mientras, la Cámara de Industriales Plásticos de Córdoba defiende el uso de esas bolsas alternativas, interpretando que cumplen la ley y no afectan el ambiente. Aun admitiendo que son plásticas, han señalado que “son reciclables y químicamente inertes”.
de las entidades ambientalistas, en tanto, sostienen que un verdadero plan de reemplazo debería implicar la erradicación del uso masivo del plástico con este fin, en el marco de una reducción de la basura que se genera, y el uso de materiales realmente biodegradables.

Números
Estimación. Unos 2.500 millones de bolsas por año terminan como parte de los residuos en la provincia de Córdoba, según una estimación que realizó este diario en junio de 2009, sobre la base del dato Villa General Belgrano que se tomó el trabajo de calcularlas en su ámbito.
9 millones. Allí, con ocho mil habitantes estables (suponiendo que fuesen 10 mil por el turismo que recibe) se usaban nueve millones de bolsas por año.
En la provincia. Si se tomara esta estimación como razonable, Bell Ville, con 35 mil habitantes, movería unas 30 millones por año. Y Villa María, con 67 mil habitantes, unas 60 millones. Y la Provincia, unas 2.500 millones de bolsas.

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