12 jul 2011

Destacan importancia del río Ctalamochita

La Voz del Interior (12/07/2011)
Destacan importancia de las napas de agua que están bajo el cauce del río Ctalamochita



Un estudio de la UNC, realizado para Río Tercero, confirma la relevancia de esa reserva subterránea. Es fuente vital para un tercio de la provincia.
Un estudio realizado por el Centro de Geología Aplicada de la Universidad Nacional de Córdoba confirmó que bajo las aguas del río Ctalamochita (o Tercero) subyace la principal fuente de agua subterránea de esta provincia, en cantidad y calidad. El informe aconseja, además, preservar ese recurso vital hacia el futuro, evitar su degradación por contaminación o por consumos excesivos.
Las conclusiones fueron presentadas en Río Tercero y el estudio fue solicitado y financiado por la Cooperativa de Obras y Servicios de esa ciudad, a cargo de la prestación del agua potable local. Fue iniciado en 2008 y aportó sus primeros datos en 2009.
Héctor Frontera, titular de la cátedra de Hidrogeología de la UNC y responsable del trabajo, aclaró que el área analizada en detalle es la que rodea a la ciudad de Río Tercero, pero marcó que un río de agua de buena calidad para consumo humano y con un caudal “muy importante” corre en forma casi paralela a lo largo de todo el cauce superficial en Córdoba, desde la zona serrana hasta Santa Fe.
Una conclusión relevante es que el propio río es la fuente de recarga de agua hacia esas napas, en diferentes puntos. Por lo tanto, la calidad del río y de los varios lagos que lo estancan influirá de algún modo en las napas. De esas aguas toman los habitantes de numerosas ciudades ubicadas sobre el cauce, pero además esas mismas napas, en el área de Villa María, son la fuente de la que se extrae para los acueductos que llevan agua potable a zonas cordobesas que no la tienen, como todo el noreste, este y ahora también parte del sur provincial.
Como recurso, esas napas son estratégicas para Córdoba, aunque hasta ahora escasamente estudiadas y no suficientemente preservadas.
Bajo Río Tercero. El estudio puntual se enfocó sobre las napas que rodean a la ciudad de Río Tercero. La investigación confirmó la existencia de dos, separadas entre sí. La primera tiene en varios puntos signos de deterioro, por la actividad industrial y urbana. La segunda, ubicada por debajo de los 100 metros y hasta los 200, preserva su calidad.
Un dilema en Río Tercero es que sus tres principales industrias (Atanor, Petroquímica y Fabrica Militar) demandan en conjunto más agua (el 58 por ciento) que todo el resto de la ciudad. Las tres industrias se abastecen por su cuenta de pozos que autoriza la Provincia. A la ciudad la provee con otras perforaciones la cooperativa.
El estudio vuelve a sugerir –como en 2009– que se asuman medidas para que las industrias usen sólo las aguas de napas superficiales, para preservar la segunda “exclusivamente para uso humano”. Eso viene reclamando la cooperativa riotercerense también. Según Frontera, las tres empresas han mostrado predisposición y alguna ha avanzado en esa línea. Pero resta que se concreten más pasos. Ese avance demorado depende también de los plazos que la Provincia les imponga.
Cuánta hay. Bajo tierra, las napas ocupan hasta tres o cuatro kilómetros a ambos costados del cauce superficial del río. En el caso de las ubicadas bajo la ciudad de Río Tercero, la fuente de recarga detectada es un punto del río, aguas arriba, muy cercano al dique Piedras Moras.
Frontera citó que bajo esta ciudad y alrededores hay unos 25 hectómetros cúbicos de agua, lo que “representaría unos tres lagos San Roque”. Unos 15 estarían en la napa superior y más alterada, y otros 10 en la más profunda y mejor conservada.
El dato que falta (está en análisis ahora) es la datación de esa agua subterránea, es decir, desde hace cuántas décadas está bajo tierra. El especialista señaló también que en esta zona analizada el agua subterránea no presenta signos de contaminación en su segunda napa, aunque en la primera aparecen algunos vestigios, según las áreas, por impacto industrial, presencia de cloruros y otros factores urbanos.
Ante una consulta, aclaró que no se analizaron todas las variables, entre ellas, por ejemplo, si el funcionamiento de la Central Nuclear de Embalse, aguas arriba de la cuenca, puede tener alguna incidencia.

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La necesidad de cuidar para preservar toda la cuenca

Héctor Frontera, jefe del equipo universitario, dice que urge “tomar más precauciones para no degradar esta fuente de agua”.
Calificó al río Ctalamochita, en lo superficial y subterráneo, como “la columna vertebral hídrica de Córdoba”. El cuidado debería evitar su contaminación y los consumos injustificados, en toda la cuenca “porque lo que pasa aguas arriba termina afectando abajo”.
Frontera citó que el año pasado hubo luces de alerta por la aparición de niveles iniciales de arsénico, inusuales en las napas de Villa María, que abastecen a esa ciudad pero, además y por acueductos, a decenas de localidades de media provincia. El arsénico torna no potable el agua. Planteó que eso ocurrió cuando el río bajó mucho su nivel, y al no poder recargar las napas a esa altura, se desplazaron aguas adyacentes de otras de menor calidad, generando esa situación. Según dijo, desde entonces, la Provincia fijó un caudal mínimo para este río (el más caudaloso de Córdoba), aunque para eso acumule algo menos de agua en los varios diques de la cuenca.

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