21 abr 2010

Frenan el proyecto de ley sobre bosques nativos

La Voz del Interior (21/04/2010)
La Legislatura frena el proyecto de ley sobre bosques nativos



Legisladores se tomarán más tiempo para buscar consenso.
"Nadie nos corre para sacar la ley. No está en el espíritu de la Legislatura sancionar una ley en contra de los productores". Con esta afirmación, Marcelo Falo, presidente de la Comisión de Asuntos Ecológicos de la Unicameral, buscó llevar tranquilidad a los más de 60 productores de toda la provincia que ayer colmaron la Sala Protocolar de la Legislatura. De esta manera, el cronograma inicial previsto por la comisión que preside el legislador delasotista –esto es, tratar en el recinto antes de fin de mes el proyecto reformado de la Comisión de Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo (COTBN)– quedó en suspenso. "Buscaremos el consenso. Me gustaría tener definido un cronograma de trabajo, pero si eso no ayuda no lo voy a hacer", admitió Falo.
Legisladores de la oposición se pronunciaron en contra del proyecto oficial y advirtieron que si no hay consenso impulsarán sus propias iniciativas.
Por más de tres horas, legisladores integrantes de las comisión de Ecología y de Agricultura escucharon de boca de los productores sus críticas al proyecto de ley que busca ordenar el uso del bosque nativo en la provincia. Ante un pedido de audiencia de Cartez, Coninagro y la Sociedad Rural Argentina, que contó con el acompañamiento de la Federación Agraria Argentina (FAA), productores, técnicos y dirigentes dejaron en claro su posición contraria al proyecto base diseñado por la COTBN.
"El motivo de la audiencia se debe a que las bases nos están desbordando a los dirigentes, porque consideran amenazante al proyecto para la producción ganadera", sostuvo José Manubens Calvet, secretario de Cartez. Más allá del intento de Falo de poner paños fríos sobre el contenido del proyecto, que "por ser aún un borrador no se puede hacer público", según lo expresado por el propio legislador, los productores hicieron hincapié en la necesidad de modificar el contenido de la iniciativa.
Necesidad de cambios. Eliseo Arrarás, de la FAA, pidió a los legisladores incluir como propuesta de los productores cinco criterios generales: la adhesión a la ley Bonasso (ley nacional 26.231) en todos sus términos; delimitar sólo con restricciones los bosques nativos; permitir el uso del modelo silvopastoril; fijar un sistema de compensaciones para los productores que tengan sus establecimientos con bosque nativo y definir una autoridad imparcial de aplicación de la ley.
Precisamente, el legislador vecinalista, José Maiocco, criticó el desempeño de la Secretaría de Ambiente, futura autoridad de aplicación de la ley. "Va a tener autoridad sobre una ley que prohíbe el uso de pasturas exóticas y ella misma estuvo promocionando la siembra aérea con grama rhodes, que es una pastura exótica. Hay ciertas incongruencias", sostuvo el legislador.
Entre los productores circulaba ayer la versión de que el Ejecutivo provincial no estaría de acuerdo con el tratamiento que la comisión de Ecología le está dando al tema.

Puntos de vista
Roberto Cuervo / Productor y abogado de Río Cuarto
“Se parte de un error conceptual. Es una ley que nace pensando en los desbordes. Es como hacer la ley de matrimonio civil pensando en que los hombres van a ser infieles a sus mujeres. Debemos hacer una ley que defina qué podemos hacer. El legislador es el que debe buscar el equilibrio”.
David Rubín / Vicepresidente de la Rural de Jesús María
“El proyecto está poniendo en riesgo a 10 mil personas que viven, en el norte de la provincia, de la ganadería en el monte. A partir de la imposibilidad de manejar el monte, con la ley que se busca aprobar se las está condenando a tener que abandonar sus tierras e irse a las periferias de las ciudades”.

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La naturaleza no tiene ideología

En los últimos años, los argentinos nos hemos visto castigados por leyes que van contra la única forma de generar riqueza genuina: el trabajo. Luis Vanella
En los últimos años, los argentinos nos hemos visto castigados por leyes que van contra la única forma de generar riqueza genuina: el trabajo. Así hemos visto, nuevamente, crecer la pobreza, la miseria y la frustración.
El campo, en esta seguidilla de leyes, fue uno de los primeros agredidos. Hace dos años, desde el Gobierno nacional nos quisieron saquear, a niveles inauditos, con la resolución 125. Después fueron los ahorros de los jubilados; ahora es a la prensa y las víctimas principales son la libertad, en general, y el derecho de los trabajadores de los medios, en particular. Todos los argentinos pagamos hoy las consecuencias de la corrupción y el mal gobierno.
Nos encontramos con la necesidad de una ley que proteja la naturaleza de modo sustentable, pues si esa ley no tiene un equilibrio racional entre el ambiente y el ser humano, nuevas oleadas de pobres habrán sido generadas, en nombre de un falso o equivocado respeto por el ambiente. En los últimos dos años, desapareció 20 por ciento de los rodeos de crías, con el consiguiente desalojo de gente.
En los últimos tres años, fueron desmontadas por el hombre tres mil hectáreas y, por su lado, el fuego devastó en el último año 300 mil hectáreas. Cien veces más destrucción y desmonte indiscriminado generó la incapacidad de defendernos del fuego. Esto se agrava porque los cortafuegos están prohibidos, al ser considerados como desmonte. Es evidente que esa prohibición no es protección del ambiente, sino extremismo ideológico aplicado al problema del ambiente.
Las retenciones sobre la producción de granos en los campos de Córdoba brindan 2.400 millones de dólares al Estado nacional, más 9.300 millones de pesos. Menos de un tercio es devuelto a la Provincia para promocionar actividades de desarrollo, dinero que va a las municipalidades, escuelas, hospitales y también para ferias y eventos culturales. El campo, junto con otros rubros, es protagonista fundamental para sostener a los estados nacional, provincial y municipal. Y también de todos los derroches de los cuales somos testigos.
Exhortamos a los legisladores a tomar en consideración qué pasaría si cientos de miles de cabezas de ganado desaparecieran por efecto de una ley ambiental equivocada.
¿Qué pasaría con nuestra provincia si por error dejase de producir la riqueza verdadera que la sostiene? ¿Cuántos miles de productores más desaparecerían? Lo que hace bien a la ganadería le hace bien al ambiente.
!Claro que necesitamos una ley que proteja el ambiente! Pero esa ley no puede ser concebida desde el odio ideológico, pues de ser así, es destructiva para todos. Serán los más débiles, otra vez, los más castigados.
Desde el odio ideológico se generan sólo miseria y enfrentamientos. Y los cordobeses, los argentinos, no necesitamos más enfrentamientos: necesitamos unirnos y trabajar, cuidando la naturaleza, cuidando a cada ser humano.
El renovado vigor que hoy vemos en el Congreso es el producto de todos nuestros esfuerzos, de nuestros sacrificios. No fue sólo defender nuestro trabajo. Defendíamos al interior contra el avasallamiento de los Kirchner.
Hoy es evidente para la mayoría cuál es el proyecto hegemónico que nos quiere poner de rodillas y expropiarnos nuestros bienes.
Hoy es evidente que al matrimonio en el poder no le interesa distribuir la riqueza entre los argentinos: le interesa acumularla para ellos y para nadie más.
A eso le dijimos que no y seguiremos de pie, pues es la patria la que nos lo pide esta actitud.
Por una ley de protección del ambiente justa y sustentable.

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Metáfora del árbol que está solo y espera

La sociedad observa con indiferencia cómo el hombre del último siglo completa la destrucción de los biomas. Emiliano Bertoglio.
Indiferente, la sociedad en general observa cómo el hombre del último siglo completa la destrucción de los biomas autóctonos. En el horizonte, apenas quedan rastros de la flora originaria.
Escaso es lo que sobrevive de espacio nativo en los interminables kilómetros de una buena porción de la zona "tradicionalmente" agroexportadora. Donde no había ni pastizales, ni lagunas o bañados, nacía fuerte el monte nativo (centro y sur de Córdoba, parte de Buenos Aires, La Pampa y Santa Fe). Los algarrobos, caldenes y espinillos, entre otros, son, cada vez más, extraños especímenes.
De los 12 millones de hectáreas que tenían los bosques nativos en Córdoba, apenas quedan menos de 600 mil (cinco por ciento). De los tres ecosistemas de la provincia, el Espinal y el Pampeano ya desaparecieron como sistemas extensos, según el biólogo Raúl Montenegro.
De acuerdo con el Convenio Internacional de Biodiversidad firmado por la Argentina, la superficie remanente de bosques debería alcanzar como mínimo al 15 por ciento de cada ecosistema. La salud de la biodiversidad tiene profundas implicancias ecológicas y, por añadidura, sociales, culturales y económicas.
Lo que ha desaparecido cuando el hombre avanza de manera irresponsable no es sólo un conjunto de árboles cuya presencia o ausencia se pueda reducir a lo paisajístico.
Proceso acentuado. La destrucción de los biomas primigenios es un proceso acentuado en los últimos años, a partir de las superlativas ganancias monetarias prometidas por el monocultivo de soja. Ese paradigma no apunta de manera genuina a producir alimentos, como se lo promociona, sino a generar capital privado.
En busca de una utilización más eficiente de la geografía, hoy se termina de someter la tierra de los viejos bosques. Se conquistan los pequeños montes de flora autóctona sobrevivientes, porque cada espacio cuenta en la carrera por aumentar en forma constante los volúmenes productivos. La voracidad de los productores llega a veces a los límites de lo insaciable. La permisividad de los gobernantes (que perciben más retenciones si el país exporta mayor cantidad de cereales y oleaginosas) se confunde con el peor de los cinismos, de las traiciones, de los oportunismos sectoriales y de las ineptitudes.
La agricultura que trabajaron los brazos de las diferentes corrientes inmigratorias necesitaba superficies "limpias" de todo "obstáculo" para sus cultivos, provistas por las primeras talas. Los rieles completaron la base técnica para el desarrollo de la economía exportadora de materias primas. El aprovisionamiento de combustible generaba más terrenos para la siembra de granos.
Esto es sólo el pequeño ápice perceptible de una concepción particular del mundo, inspirada en el principio moderno del progreso lineal e ilimitado.
Ese sistema agrícola-productivo lleva en sus entrañas la marca de la eliminación furiosa e implacable de todo lo que no se le asemeje ni tenga objetivos del mismo color: hábitos, simbolismos, flora y fauna; diferencias que deben ser allanadas.

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Miradas

Así, no le sirve a nadie. Alejandro Rollán
Más allá de las enmiendas que sufrió en los últimos días el proyecto original de la Comisión de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (COTBN), el borrador sobre la futura ley de bosques que impulsa la Comisión de Asuntos Ecológicos de la Legislatura no le sirve a nadie. Ni a los integrantes de la comisión de ambientalistas, que con las modificaciones han visto alterado su criterio restrictivo al uso del recurso, ni tampoco a productores ganaderos que ven en la iniciativa un perjuicio desmesurado para el desarrollo de su actividad. Incluso algunos legisladores del oficialismo, en especial los pertenecientes a los departamentos del arco noroeste de la provincia, manifiestan sus disidencias a la propuesta oficial.
En este contexto, la búsqueda del consenso será la tarea que deberán privilegiar los legisladores para diseñar una propuesta más equitativa. Deberá hacerse, en principio, con un criterio de inclusión para los 2.200 pequeños ganaderos que tienen menos de 100 animales en los departamentos del norte cordobés.
Si sobre ellos cae la imposibilidad de hacer un mejor uso sustentable del monte –trabajarlo hoy les permite subsistir–, quedarán definitivamente fuera del sistema.

Decisión política se busca. Lucas Viano
La iniciativa de la Legislatura provincial de lograr una ley de ordenamiento de bosques nativos por consenso entre todos los sectores involucrados es uno de los ejercicios políticos más sanos de los últimos años. El Poder Legislativo abrió sus puertas a productores, ONG, investigadores, ambientalistas, vecinos y profesionales. No estamos acostumbrados a ver entre nuestros legisladores este tipo de iniciativas. Casi siempre formulan leyes cargadas de conveniencia sectorial o de demagogia política.
Este ejercicio logró limar muchas asperezas y prejuicios que había entre sectores, pero la búsqueda del punto medio llegó a su final ayer. No hay más consensos que buscar, sino tomar una decisión política que no conformará a todos.
La naturaleza no espera. Frase trillada, pero crudamente cierta. A Córdoba le queda sólo el cinco por ciento de los bosques que supo tener. No es paisaje lo que se perdió. También un reservorio de plantas con potenciales usos farmacológicos y comestibles, una gigantesca esponja para retener más agua, un desagüe “verde” para frenar inundaciones y un importante reservorio de carbono para paliar el cambio climático, entre otros servicios que brinda este ecosistema.
Se requiere una decisión política que esté basada en este paradigma que parece inasible y futuro y no en la coyuntura productiva del país. Ése también sería un ejercicio político sano.

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