21 mar 2010

Hay materia fecal en cada curso del Suquia

La Voz del Interior (21/03/2010)
Hay materia fecal en cada curso de agua



Un estudio encargado de manera conjunta por el Foro Ambiental Córdoba y La Voz del Interior detectó altas concentraciones de bacterias de origen fecal en el arroyo El Infiernillo. Con este hallazgo, es posible aseverar que todos los cursos de agua naturales que atraviesan la ciudad de Córdoba están contaminados con materia fecal.
Los análisis, llevados a cabo por el Laboratorio de Microbiología Agrícola de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), detectaron la presencia de organismos coliformes fecales en valores hasta 9.240 por ciento más de lo permitido.
Las normativas nacionales y provinciales sobre la calidad del agua establecen que los niveles aceptados de coliformes fecales son 10 ufc (unidades formadoras de colonias) por mililitro. En El Infiernillo, ese índice fue de 924 ufc.
El curso de agua se encuentra en el oeste de la Capital, y atraviesa los barrios San Ignacio, Quebrada de las Rosas y Villa Urquiza, hasta desembocar en el Suquía.
El mismo laboratorio había analizado en octubre pasado las aguas del arroyo La Cañada, también a pedido del Foro Ambiental Córdoba y de La Voz del Interior. En esa oportunidad se encontraron altas concentraciones de bacterias que indican la presencia de contaminación fecal reciente, llegando a registrarse 1.428 ufc por mililitro.
El río Suquía, que recibe el agua de El Infiernillo y de La Cañada también presenta contaminación fecal, según estudios realizados por el Proyecto Picto, del que participa el Laboratorio de Microbiología Agrícola.
En el principal curso de agua se hallaron hasta 1.369 ufc por mililitro aguas abajo de la planta de tratamiento cloacal de Bajo Grande, y 538 ufc por mililitro en la unión con La Cañada.
"Se puede afirmar, sin temor a equivocarnos, que todos los cursos de agua naturales de la ciudad de Córdoba están contaminados con materia fecal", sentenció Adriana Abril, directora del laboratorio.
Bacteria peligrosa. Otra coincidencia entre los tres cursos naturales es la presencia de la peligrosa bacteria Escherichia coli, indicadora de contaminación fecal reciente y causante de enfermedades como gastroenteritis, dolor abdominal, cólicos, malestar general, anemias, síndrome de mala absorción y síndrome urémico hemolítico.
En El Infiernillo se encontraron 120 ufc por mililitro a la altura del puente de calle José Suárez de Figueroa. El nivel permitido por las normas nacionales y provinciales es de 5,73 ufc por mililitro.
En La Cañada y en el Suquía también se encontró esta bacteria. En el arroyo, se detectaron hasta 40 ufc por mililitro, mientras que en algunos puntos del río se alcanzó las 19,35 unidades formadoras de colonias.
"Los datos demuestran la necesidad urgente de políticas públicas en favor de los cursos de agua. Es evidente que si en la ciudad tenemos desbordes cloacales recurrentes, problemas en las plantas de tratamiento y asentamientos que vierten sus efluentes a la calle, los líquidos terminarán en los arroyos y en el río, contaminándolos y poniendo en riesgo la salud de la población", opinó Federico Kopta, del Foro Ambiental.
"La contaminación fecal del agua aumenta su carga orgánica, lo que promueve la multiplicación de bacterias que terminan disminuyendo la concentración de oxígeno en el agua. También está asociada a distintas sustancias químicas contaminantes. Todo esto afecta directamente a la biodiversidad acuática, disminuyéndola", agregó.
Cómo se contamina. El lugar del arroyo El Infiernillo en el que se encontró el índice más alto de contaminación fecal está en una cañada, rodeada por un basural, donde descargan desagües pluviales.
El arroyo, que aparece en superficie unos mil metros antes, abandona sus cualidades ambientales para convertirse en una cloaca a cielo abierto. El agua se torna turbia y los olores invaden el ambiente.
Visita a Inaudi. Los concejales radicales Marcelo Cossar, Eduardo Conrad y Olga Rista visitaron la planta depuradora de barrio Inaudi. Estuvieron presentes junto con el secretario de Desarrollo Urbano del municipio, Daniel Rey, quien se comprometió a dar soluciones a los reclamos de los empleados de la planta.

Los muestreos
Arroyo El Infiernillo. Se tomaron dos muestras: una en el nacimiento del arroyo y otra a la altura del puente Suárez de Figueroa. En el primer lugar se detectó la presencia de coliformes fecales por 43 ufc/ml; en el segundo, coliformes fecales por 924 ufc/ml y Escherichia coli, 120 ufc/ml.
La Cañada. Hubo cuatro puntos de muestreo, y en todos se encontraron organismos coliformes fecales. Los registros más altos se encontraron en la desembocadura del Canal Anisacate (1.368 ufc/ml) y en un desagüe (1.424 ufc/ml). En este último punto también se encontró Escherichia coli (40 ufc/ml).
Río Suquía. En el marco del Proyecto Picto, hubo seis puntos de donde se tomaron muestras. En todos se encontraron bacterias coliformes fecales por encima de lo permitido. Los registros más altos fueron en la confluencia con La Cañada (538 ufc/ml) y en barrio Corazón de María (1.369 ufc/ml). Allí también se encontró Escherichia coli (6,2 ufc/ml).

Visita a Inaudi
Los concejales radicales Marcelo Cossar, Eduardo Conrad y Olga Rista visitaron la planta depuradora de barrio Inaudi. Estuvieron presentes junto con el secretario de Desarrollo Urbano del municipio, Daniel Rey, quien se comprometió a dar soluciones a los reclamos de los empleados de la planta.

Bacteria indicadora
La presencia de Escherichia coli en particular indica contaminación fecal reciente, ya que este microorganismo no vive habitualmente más de 24 horas fuera del intestino.

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Vecinos quieren preservar el arroyo

En los barrios San Ignacio y Quebrada de las Rosas están movilizados para lograr la conservación de El Infiernillo.
Vecinos de los barrios San Ignacio y Quebrada de las Rosas están movilizados para lograr la conservación de El Infiernillo.
El curso de agua atraviesa esos barrios, y es por varios metros un lugar en el que se respira naturaleza por doquier.
El lecho del arroyo está acompañado de vegetación característica del bosque chaqueño.
Además, es el hogar de decenas de especies de aves autóctonas.
"Es uno de los últimos lugares con bosque chaqueño de la ciudad, junto con la Reserva San Martín, con la que conforma un corredor biológico", explicó el biólogo Juan Pablo Soria, vecino del lugar.
La movilización de los vecinos se dio en principio por el avance de urbanizaciones privadas sobre el cauce de El Infiernillo.
"Iniciamos expedientes en la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia, pero sin resultados", se quejó Enrique Barretto, presidente del centro vecinal de Quebrada de las Rosas.
Esa preocupación sigue latente, a la que se le sumó la contaminación por conexiones cloacales clandestinas.
El principal objetivo de los vecinos es la recuperación del arroyo y lograr la protección ambiental.
Para ello, pedirán al Concejo Deliberante que se incluya al curso de agua en el proyecto de ordenanza que crea un sistema de monitoreo y control en el río Suquía y en La Cañada.
La iniciativa partió del Foro Ambiental Córdoba y sigue en debate desde hace meses en el Concejo.

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Como siempre, de espaldas al Suquía

El curso de agua que propició la fundación de la ciudad se fue convirtiendo en una víctima de sus habitantes.
Se dice que Córdoba creció de espaldas al río Suquía. El curso de agua que propició la fundación de la ciudad se fue convirtiendo en una víctima de sus habitantes, desprotegida por el Estado.
Por décadas fue el destino de la basura que se producía en la urbe, hasta que el intendente Ramón Bautista Mestre decidió recuperar el río. Se limpiaron las costas, se parquizaron, se convirtió en una rápida vía de comunicación.
La luna de miel entre los cordobeses y el Suquía se extendió hasta finales de los '90, cuando entró en una debacle que parece no tener fin.
Abandonado, contaminado, herido. Así está el río hoy, lejos de su esplendor y sin ningún organismo estatal que se haga cargo de recuperarlo.
Que haya contaminación fecal en El Infiernillo y en La Cañada afecta directamente al río, que es el que recibe esas aguas.
Hubo promesas -decenas-, de revivir el río. La última fue la del intendente, Daniel Giacomino, de convertir al Suquía en un extenso parque lineal, en concordancia con un promocionado plan director que fue lanzado para dirigir las nuevas inversiones inmobiliarias hacia sus costas.
Pero la realidad está a años luz de las promesas. El río sigue avanzando hacia un futuro cada vez más negro, cada vez más relacionado con su pasado de basural y lugar abandonado por la ciudad; convertido en una amenaza para la salud de sus habitantes.

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