18 ene 2010

Tiempo loco

La Voz del Interior (18/01/2010)
¿Por qué estará tan loco el tiempo?



Los procesos relacionados con el clima se están acelerando / Los fenómenos meteorológicos extraordinarios se dan en Córdoba cada vez con más frecuencia / La ciencia ensaya respuestas a estos cambios que alteran la vida y la economía de la provincia.
La serie de episodios meteorológicos extraordinarios que se registró en 2009 en Córdoba dio motivos de sobra para justificar esa expresión tan frecuente en las conversaciones cotidianas.
Las tormentas de tierra que duraron varios días y provocaron el corte de rutas en distintos puntos de la provincia; las temperaturas tórridas en pleno invierno; la caída de granizo en seco en el sur; las lluvias torrenciales que inundaron campos en la pampa cordobesa y barrios en la Capital; y la sequía extrema que agotó vertientes y napas subterráneas en el centro y en el norte de Córdoba, son algunos de esos fenómenos.
Nadie asegura a ciencia cierta si estos arrebatos del clima tienen una relación directa con el calentamiento del planeta. Tampoco, si se debe a ciclos de la naturaleza o si tiene que ver con las actividades humanas y el uso que se hace de los recursos naturales, sin criterios de sustentabilidad. Pero sí hay coincidencia acerca de que los distintos procesos relacionados con el clima se están acelerando.
"En el norte cordobés estamos acostumbrados a la sequía. Pero nunca ha sido tan tremenda como en el último año", comenta Roberto Monje, responsable del servicio municipal de agua potable de Rayo Cortado. Las 450 familias de este pueblo del departamento Río Seco –ubicado a 160 kilómetros al norte de la ciudad de Córdoba– se quedaron completamente sin agua a fines de octubre de 2009. La vertiente que desde hace unos 60 años abastece a los tanques domiciliarios amaneció exhausta el último jueves de ese mes. Hoy, a dos meses y medio de esa sorpresa, la fuente de agua apenas muestra signos de recuperación.
"En esta zona nunca llovió demasiado, pero jamás nos quedamos sin agua. El desmonte tiene mucho que ver, seguramente, en esta cuestión. En los alrededores, donde hasta hace poco había árboles ‘para hacer dulce’ hoy sólo hay campos pelados y muchos de ellos ya no sirven para nada", resume Juan González, intendente de Rayo Cortado.
Quizá algo de razón tenga. En los últimos 30 años se desmontaron 1,2 millón de hectáreas en Córdoba. Y Río Seco figura entre los departamentos más afectados.
Una fábrica de polvo. "Si un día, un comechingón resucitara y viera lo que se está haciendo en Córdoba, se espantaría: la provincia se ha convertido en una fábrica de polvo. Antes no era así. El mal uso del suelo por el tipo de cultivo en los campos, la deforestación y los incendios tienen la culpa de todo esto", decía el presidente de Funam, Raúl Montenegro, en octubre último, cuando las tormentas de tierra eran la novedad en los partes meteorológicos.
Y tras las tempestades del polvo y la sequía atroz, llegó la furia del agua. Las lluvias torrenciales inundaron unas 150 mil hectáreas de campo en los departamentos Roque Sáenz Peña y Río Cuarto, al sur de Córdoba.
Ese hecho llevó al gobernador Juan Schiaretti a declarar zona de desastre al área afectada y decretar la emergencia agropecuaria. Así, los productores perjudicados tendrán derecho al diferimiento o exención del Impuesto Inmobiliario Rural y otras tasas provinciales, y podrán podrán refinanciar pasivos y tendrán acceso preferencial a líneas de créditos.
A todo esto, la ciencia busca hacer comprensibles, para todos, las verdaderas razones de los fenómenos atmosféricos que están a la orden del día, mientras la incertidumbre suma voces al coro de desorientados que eleva plegarias al cielo para que se apiade del mundo.

Otro rasgo distintivo de este tiempo loco.
Un año seco. En diciembre de 2009, cayeron en la ciudad de Córdoba 121, 8 milímetros, lo que representó más de un cuarto de las precipitaciones totales que se registraron el año pasado, signado por la sequía.
31,1° en invierno. Esa temperatura marcó el termómetro en la ciudad de Córdoba el 6 de julio de 2009.
88 milímetros. Cayeron en un rato en el noroeste de la ciudad de Córdoba y se inundaron varios barrios.
483 milímetros. Cayeron en 2009 en la ciudad de Córdoba, casi 300 milímetros menos que el promedio anual.

Ver Noticia On Line


Tiempo loco

Nubes de tierra. En un tramo de 2009, algunos informes meteorológicos incluyeron en la información de servicio datos sobre las tormentas de tierra.
Julio caliente. El día de la fundación de Córdoba se registró en esta ciudad una temperatura de 31,1° C. Estuvo muy cerca de la marca histórica para julio, que es de 34°.
Crisis hídrica. A la salida de la última primavera, los lagos y ríos cordobeses mostraban los efectos de la crisis hídrica. El cauce del Xanaes llegó a ser un lecho de arena.
Inundaciones. Las abundantes lluvias en la despedida de 2009 sepultaron bajo agua unas 150 mil hectáreas de campo en el sur de la provincia.
Como en Venecia. El 16 de diciembre, una lluvia torrencial convirtió a varios barrios del noroeste de Córdoba en una suerte de Venecia, pero sin góndolas ni "glamour".
"Ayuda" humana. Los incendios forestales, intencionales en su mayoría, y la deforestación, constituyen "humildes" aportes humanos a los fenómenos atmosféricos.

Ver Noticia On Line


“Hay que tener el corazón de hierro para soportar esto”

"Fue tremendo el día que nos ganó el agua. Trabajamos como animales para hacer bordos, defensas, con la pala de punta, a mano, pusimos bolsas.
Pero nos pasó por encima. Todavía está todo lleno de agua".
Oscar Carena es productor agropecuario en La Ramada, 40 kilómetros al sudoeste de Laboulaye, frente a Colonia Santa Ana. Es uno de los tantos afectados por la inundación que cubrió de agua unas 150 mil hectáreas en el sur de Córdoba. "Se inundó todo: la casa, el galpón, no tenía ni dónde poner los animales. Perdí toda la sementera, las pasturas, está todo bajo el agua aún", se lamenta. "Hace 15 ó 20 días que venimos con esta lucha. Vivimos solos en el campo" , cuenta, y dice que tiene 68 años, igual que su mujer.
"Ahora estamos en Laboulaye. Sólo se puede entrar al campo en tractor, son 40 kilómetros y mi mujer llega muerta", comenta. "Vamos para limpiar, pero tenemos un cansancio terrible porque hay que caminar en el agua, en el barro. Lo único que nos favorece ahora es el calor", se consuela. "La emergencia está bien, pero ¿qué hacemos con los animales? El problema es darles de comer. Nosotros teníamos 100 hectáreas de soja, y 35 de sorgo y maíz para pasto. Todo se perdió por completo. Hasta el maíz que tenía en el galpón se pudrió", asegura.
"Hay gallinas muertas por todos lados, pollitos desparramados. Hay que tener el corazón de hierro para soportar esto", dice

Ver Noticia On Line


El clima extremo acecha

Los procesos relacionados con el clima se están acelerando. Hubo grandes sequías, olas de calor e inundaciones devastadoras a lo largo de la historia, pero la frecuencia y magnitud de esos fenómenos estaría aumentando. Para muestra, un botón: en Córdoba tenemos, al mismo tiempo, sequías desastrosas en el norte, y zonas bajo el agua por lluvias y ascenso de las napas en el sur.
Las causas que influyen sobre el estado de la atmósfera son muchas y difíciles de predecir. Si la temperatura promedio del planeta sube, se debe a que la atmósfera retiene cada vez más energía bajo la forma de calor. Y el calor es el motor de las tormentas. A mayor temperatura global son esperables más fenómenos atmosféricos extremos. Más sequías, más lluvias e inundaciones en otras zonas, sin importar que el calentamiento sea producto de la actividad humana o parte de un ciclo natural.
Carlos Diprinzio, investigador en Física de la Atmósfera en la Famaf, explica: "La energía solar que llega a diferentes partes de la Tierra varía debido a lentos cambios en su órbita y a los ciclos solares. Esos cambios no son controlables, aunque se pueden predecir. Pero la deforestación y la contaminación son factores importantes que no obedecen a leyes naturales.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático estudió los efectos del aumento de gases de invernadero. Predijeron un posible incremento de temperatura de hasta siete grados. Modelos posteriores lo relativizan, el tema no está cerrado. Tengamos en cuenta que el vapor de agua produce 95 por ciento del efecto invernadero, mientras que el metano y el dióxido de carbono producto de la industrialización, contribuyen sólo con tres por ciento.
"De todas formas es evidente que sólo políticas ambientales claras permitirán controlar la situación. Si no se establecen ahora, el clima de la Tierra puede cambiar drásticamente", concluye Diprinzio.
Algo que podría estar pasando ya.

Ver Noticia On Line

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs