30 sept 2009
Controversia por los vertederos de basura
6:57 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (30/09/2009)
Controversia por los vertederos de basura
La Provincia acordó su construcción con casi todos los municipios de Punilla y Calamuchita. Pero se levantan voces en contra.
Cosquín, Santa Rosa de Calamuchita. El Gobierno provincial ya acordó con la mayoría de los intendentes y jefes comunales de los valles de Punilla y Calamuchita la construcción de sendas plantas de tratamiento final de los residuos que generan ambas regiones. Sin embargo, en ambos departamentos aparecen algunos municipios y sectores sociales en desacuerdo. La ubicación de esos vertederos es rechazada por quienes los tendrán bien cerca.
El plan de la Secretaría de Ambiente es construir ambas plantas con los fondos que recaude del 30 por ciento del "impuesto al fuego" que pagan con la factura de energía todos los cordobeses. Desde este año, ese porcentaje ya no va al Plan Provincial de Manejo del Fuego sino a los programas de erradicación de basurales. El argumento es que es en los basurales, sobre todo serranos, donde se inician muchos de los incendios forestales.
Este año, ese 30 por ciento representará unos 14 millones de pesos. En Ambiente calculan que eso costarán los dos sistemas de tratamiento para Calamuchita y Punilla. Sin embargo, todos los municipios mantienen dudas sobre el costo fijo operativo que luego, mes a mes, tendrán para sostener un sistema que les evite el más contaminante (pero barato) método de los basurales a cielo abierto que casi todos mantienen.
En Punilla. La Comunidad Regional Punilla, integrada por todos los municipios y comunas de este departamento (a excepción de Carlos Paz) resolvió esta semana avalar el proyecto provincial. Antes, había rechazado la primera propuesta planteada, de trasladar diariamente toda la basura de esta zona hasta el terminado pero nunca habilitado vertedero controlado de Cruz del Eje.
Sin embargo, el acuerdo no es unánime y aparecieron algunas resistencias a su localización propuesta en la zona de Molinari, en jurisdicción de Cosquín.
Los vecinos de esa zona plantearon su rechazo a la instalación de la planta de residuos, a 4.500 metros de la ruta nacional 38, en predios de la Fundación San Roque, un patronato que tiene 33 mil hectáreas en la región. "Somos los primeros en anhelar la erradicación de los basurales a cielo abierto, pero este vertedero debe estar instalado en un lugar que no perjudique a nadie. Tenemos agua purísima en la primera napa que se contaminará; además turísticamente el daño será irreparable", opinó Fermín Pereira, presidente de la Cooperativa Villa Parque San Jorge, de Molinari. Actualmente en esa zona se está reconstruyendo un hotel y hay varios complejos de cabañas.
Mientras, el intendente de Cosquín, Marcelo Villanueva, también reclamó un cambio de lugar. "Apoyo la decisión del gobernador de erradicar los basurales; tenemos nuestro lamentable propio ejemplo en camino a Maillín. Pero debiera buscarse un lugar que no genere perjuicios, tanto a la calidad de vida de la gente residente como al desarrollo turístico, motor económico de nuestra región", le dijo ayer a este diario. Cosquín avisó así que no avalará la localización en su área.
Tras una reunión el lunes pasado, la Comunidad Regional Punilla anunció la firma de un acta acuerdo con la Secretaría de Ambiente, para que sea en la zona de Molinari donde se construya la planta de tratamiento. A esa acta no adhirió Cosquín.
En Calamuchita. Nueve intendentes y jefes comunales de Calamuchita avalaron en un documento el proyecto provincial de un vertedero de residuos que se propone construir en un predio entre Santa Rosa y San Ignacio, cerca del lago de Embalse. La Comunidad Regional Calamuchita, como ente regional, ya había dado el visto bueno.
Pero la comuna de San Ignacio rechazó la iniciativa y unos 200 vecinos de esa zona, en un acto de protesta, no permitieron días atrás que técnicos de Ambiente de la Provincia expusieran allí el proyecto en una charla.
Un grupo de entidades regionales identificadas con la temática ambiental elaboró un petitorio tomando distancia de la idea. La denominada "asamblea de vecinos autoconvocados de Calamuchita", apuntó su rechazo a los "basurales a cielo abierto existentes" pero planteó la alternativa de la separación domiciliaria de los residuos en cada localidad. De alguna manera, recoge la postura de grupos ecologistas que sugieren como mejor salida ambiental que cada localidad reduzca y trate sus residuos, sin proyectos de acumulación por región. También reclaman "estudios de impacto ambiental más profundos" y la realización de una audiencia pública antes de que decida sobre el tema.
Ayer, en tanto, habitantes de la comuna de Bouwer narraron ante unos 150 habitantes de Villa Rumipal y zona las consecuencias de convivir más de 27 años muy cerca del predio de enterramiento de la basura de Córdoba capital. En el encuentro, la única autoridad municipal presente fue el jefe comunal de San Ignacio, Jorge Ordóñez.
En este marco, esos grupos organizan para el viernes una charla para todo público a cargo del biólogo Raúl Montenegro, presidente de la entidad ambientalista cordobesa Funam, a las 19.30 en el auditorio de la Cooperativa de Servicios de Santa Rosa.
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¿Enfardar los residuos en lugar de enterrarlos?
La Secretaría de Ambiente sostiene que el proyecto que acordó con autoridades municipales de Calamuchita y Punilla no consiste en sistemas de enterramiento de residuos. Según anunciaron, las plantas propuestas separarán la basura inorgánica reciclable (vidrio, cartón, plástico) y el resto será enfardado, con máquinas especiales, extrayendo los líquidos (lixiviados), considerado el mayor riesgo contaminante, que se tratarían aparte en plantas de residuos cloacales. Grupos ambientalistas replican que ese sistema no garantiza en realidad que se evite la contaminación y sugieren que cada localidad reduzca y trate por su cuenta su basura.
Un privado. En Calamuchita, un dato que en principio sorprendió es que la planta sería operada por una empresa privada, que ofreció el terreno y le cobrará a cada municipio por tonelada tratada. En Punilla, hasta ahora, no se habló de un operador privado. Pero no aparecieron hasta ahora demasiadas precisiones sobre los costos y modos operativos del sistema.
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La Provincia acordó su construcción con casi todos los municipios de Punilla y Calamuchita. Pero se levantan voces en contra.
Cosquín, Santa Rosa de Calamuchita. El Gobierno provincial ya acordó con la mayoría de los intendentes y jefes comunales de los valles de Punilla y Calamuchita la construcción de sendas plantas de tratamiento final de los residuos que generan ambas regiones. Sin embargo, en ambos departamentos aparecen algunos municipios y sectores sociales en desacuerdo. La ubicación de esos vertederos es rechazada por quienes los tendrán bien cerca.
El plan de la Secretaría de Ambiente es construir ambas plantas con los fondos que recaude del 30 por ciento del "impuesto al fuego" que pagan con la factura de energía todos los cordobeses. Desde este año, ese porcentaje ya no va al Plan Provincial de Manejo del Fuego sino a los programas de erradicación de basurales. El argumento es que es en los basurales, sobre todo serranos, donde se inician muchos de los incendios forestales.
Este año, ese 30 por ciento representará unos 14 millones de pesos. En Ambiente calculan que eso costarán los dos sistemas de tratamiento para Calamuchita y Punilla. Sin embargo, todos los municipios mantienen dudas sobre el costo fijo operativo que luego, mes a mes, tendrán para sostener un sistema que les evite el más contaminante (pero barato) método de los basurales a cielo abierto que casi todos mantienen.
En Punilla. La Comunidad Regional Punilla, integrada por todos los municipios y comunas de este departamento (a excepción de Carlos Paz) resolvió esta semana avalar el proyecto provincial. Antes, había rechazado la primera propuesta planteada, de trasladar diariamente toda la basura de esta zona hasta el terminado pero nunca habilitado vertedero controlado de Cruz del Eje.
Sin embargo, el acuerdo no es unánime y aparecieron algunas resistencias a su localización propuesta en la zona de Molinari, en jurisdicción de Cosquín.
Los vecinos de esa zona plantearon su rechazo a la instalación de la planta de residuos, a 4.500 metros de la ruta nacional 38, en predios de la Fundación San Roque, un patronato que tiene 33 mil hectáreas en la región. "Somos los primeros en anhelar la erradicación de los basurales a cielo abierto, pero este vertedero debe estar instalado en un lugar que no perjudique a nadie. Tenemos agua purísima en la primera napa que se contaminará; además turísticamente el daño será irreparable", opinó Fermín Pereira, presidente de la Cooperativa Villa Parque San Jorge, de Molinari. Actualmente en esa zona se está reconstruyendo un hotel y hay varios complejos de cabañas.
Mientras, el intendente de Cosquín, Marcelo Villanueva, también reclamó un cambio de lugar. "Apoyo la decisión del gobernador de erradicar los basurales; tenemos nuestro lamentable propio ejemplo en camino a Maillín. Pero debiera buscarse un lugar que no genere perjuicios, tanto a la calidad de vida de la gente residente como al desarrollo turístico, motor económico de nuestra región", le dijo ayer a este diario. Cosquín avisó así que no avalará la localización en su área.
Tras una reunión el lunes pasado, la Comunidad Regional Punilla anunció la firma de un acta acuerdo con la Secretaría de Ambiente, para que sea en la zona de Molinari donde se construya la planta de tratamiento. A esa acta no adhirió Cosquín.
En Calamuchita. Nueve intendentes y jefes comunales de Calamuchita avalaron en un documento el proyecto provincial de un vertedero de residuos que se propone construir en un predio entre Santa Rosa y San Ignacio, cerca del lago de Embalse. La Comunidad Regional Calamuchita, como ente regional, ya había dado el visto bueno.
Pero la comuna de San Ignacio rechazó la iniciativa y unos 200 vecinos de esa zona, en un acto de protesta, no permitieron días atrás que técnicos de Ambiente de la Provincia expusieran allí el proyecto en una charla.
Un grupo de entidades regionales identificadas con la temática ambiental elaboró un petitorio tomando distancia de la idea. La denominada "asamblea de vecinos autoconvocados de Calamuchita", apuntó su rechazo a los "basurales a cielo abierto existentes" pero planteó la alternativa de la separación domiciliaria de los residuos en cada localidad. De alguna manera, recoge la postura de grupos ecologistas que sugieren como mejor salida ambiental que cada localidad reduzca y trate sus residuos, sin proyectos de acumulación por región. También reclaman "estudios de impacto ambiental más profundos" y la realización de una audiencia pública antes de que decida sobre el tema.
Ayer, en tanto, habitantes de la comuna de Bouwer narraron ante unos 150 habitantes de Villa Rumipal y zona las consecuencias de convivir más de 27 años muy cerca del predio de enterramiento de la basura de Córdoba capital. En el encuentro, la única autoridad municipal presente fue el jefe comunal de San Ignacio, Jorge Ordóñez.
En este marco, esos grupos organizan para el viernes una charla para todo público a cargo del biólogo Raúl Montenegro, presidente de la entidad ambientalista cordobesa Funam, a las 19.30 en el auditorio de la Cooperativa de Servicios de Santa Rosa.
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¿Enfardar los residuos en lugar de enterrarlos?
La Secretaría de Ambiente sostiene que el proyecto que acordó con autoridades municipales de Calamuchita y Punilla no consiste en sistemas de enterramiento de residuos. Según anunciaron, las plantas propuestas separarán la basura inorgánica reciclable (vidrio, cartón, plástico) y el resto será enfardado, con máquinas especiales, extrayendo los líquidos (lixiviados), considerado el mayor riesgo contaminante, que se tratarían aparte en plantas de residuos cloacales. Grupos ambientalistas replican que ese sistema no garantiza en realidad que se evite la contaminación y sugieren que cada localidad reduzca y trate por su cuenta su basura.
Un privado. En Calamuchita, un dato que en principio sorprendió es que la planta sería operada por una empresa privada, que ofreció el terreno y le cobrará a cada municipio por tonelada tratada. En Punilla, hasta ahora, no se habló de un operador privado. Pero no aparecieron hasta ahora demasiadas precisiones sobre los costos y modos operativos del sistema.
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