27 feb 2009

A los ladridos

La Voz del Interior (27/02/2009)
A los ladridos

¿Cuánto se preocupa la gente por los animales? ¿Hasta dónde puede llegar ese desvelo?
El pasado domingo 15 de febrero se pudieron vislumbrar algunas de estas respuestas. La nota “La ciudad y los perros”, publicada ese día en la sección Gran Córdoba, despertó un encendido debate, con numerosos comentarios que representan algunas de las posturas sobre este tema.
Llamó la atención descubrir la cantidad de puntos de vista que existen al respecto y la vehemencia con la que algunos los plantean.
Hay un hecho indiscutible: la realidad muestra que, en la ciudad de Córdoba, miles de animales abandonados tienen las calles como hogar. Y que, más allá de la valoración que cada quien haga de este hecho, tal cosa representa, si no un problema, al menos una situación compleja.
De allí a pensar que esto implica difundir la idea de que debe volver la perrera o de que hay que propiciar la eutanasia, hay una distancia abismal. Esto porque algunos lanzaron duras acusaciones, al asegurar que la intención de la nota era precisamente esa: preparar el terreno para que la Municipalidad se lance a detener perros. Nada más lejos de tal interpretación.
Quizá ciertas notas tengan una lectura mucho más simple de la que a veces les damos. En este caso, no hubo significados ocultos ni intenciones veladas: se trató simplemente de hacer pública una situación que surge cuando alguien encuentra un perro abandonado y por diversas razones –ya tiene otros animales o no dispone de espacio ni presupuesto ni tiempo para cuidarlo– no desea hacerse cargo de él pero tampoco volver a echarlo a la calle.
Las responsabilidades son de todos: de los que crían animales para luego abandonarlos, pero también de las autoridades municipales que incumplen la ordenanza, al no disponer de refugios confortables, en el marco de una estrategia que incluya campañas de esterilización, concientización, entrega a familias, etcétera.
Precisamente, la nota describía la necesidad de una política a corto plazo hasta tanto alguna vez la educación resuelva el problema original: el maltrato y abandono de animales por parte de los hombres.
La realidad es que cientos de personas consultan cada día a la Municipalidad y a las protectoras de animales en busca de un refugio o de alguien que ayude a encontrar una familia para estos animales, pero no encuentran respuestas.
Hay numerosas sugerencias para abordar el tema, muchas de ellas plasmadas en el correo de lectores de esta página. La variedad de ellas demuestra que se está lejos de un consenso y que hay necesidad de debatir alternativas.
Si éste es el resultado de haber hecho pública la situación, bienvenido el debate.

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