17 oct 2008

Indolencia por la matanza de perros

La Voz del Interior (17/10/2008)
Indolencia por la matanza de perros



Pese al masivo repudio desde todo el país, la Policía y la Justicia siguen sin intervenir en Los Boulevares, donde hasta ayer permanecían los cadáveres. Anoche esperaban a policías judiciales, pero no llegaron. Vecinos organizan una marcha.
Recién ayer a última hora se vio aparecer a un policía de infante que custodiaba el lugar donde todavía hay cuatro perros matados de la peor manera: dos se encuentran colgados de sendos árboles, por el cuello, y otros dos yacen en el piso, absolutamente descompuestos.
Los animales ahorcados están por lo menos desde el lunes pasado, en una calle pública de Los Boulevares, mientras que los otros parece que estuvieran desde más tiempo, por su avanzado estado de descomposición.
Pero los vecinos han intentado durante días que “alguien” de la Policía intervenga y no lo consiguen. Ya no aspiran a que se esclarezca y frene la matanza sino, al menos, que el espectáculo no los induzca al vómito.
Los crueles que mataron a los perros son conocidos por algunos vecinos que tratan de que sus identidades se mantengan en reserva. Pero al barrio no se acercó nadie de la Policía ni de la Justicia para investigar quiénes son los responsables.
Un vecino que dio aviso a este diario (el hecho se publicó en estas páginas el miércoles) señaló que en varias oportunidades llamó al 101 para que llegaran al lugar, pero al menos en dos ocasiones los móviles se volvieron porque el lugar es “inseguro”... para la Policía.
La primera vez fue el lunes 13 (feriado). Ese día, a las 14, este vecino escuchó un disparo de arma de fuego (aparentemente fue una escopeta), se asomó por el fondo de su casa y vio a un perro herido y a sus agresores. Otro vecino asegura que los identificó.
Luego, a las 18, ante el ladrido de sus mascotas volvió a asomarse y divisó a unos hombres con un perro atado del cuello y escuchó: “A este vamos a colgarlo”. Más tarde, aparecieron los dos árboles “adornados” con dos cánidos pendiendo de cables.
El vecino llamó al CAP, pero la camioneta llegó a 50 metros del lugar y pegó la vuelta. “Mientras veía el móvil, le dije a la operadora del 101 que se volviera, que estaba cerca, pero me contestó que el lugar no era seguro y que llamara a la Patrulla Ambiental”.
El miércoles, día en que este diario publicó una fotografía de uno de los animales ahorcados, apareció un móvil de la Patrulla Ambiental. Pero, según el vecino, estuvo en el Precinto 32°, al que llamó y le contestaron que el vehículo no podía llegar porque no encontraban el lugar, porque había barro y, finalmente, porque era una zona muy insegura.

Todo igual.
Ayer, un equipo de este diario se acercó al lugar y apreció que había un uniformado que esperaba la llegada de la Policía Judicial. Hasta la caída de la noche, el efectivo aseguraba que ya llegaban, pero finalmente no se produjo ese arribo.
Mientras tanto, colgados, en posición vertical, los perros permanecían en su lugar. Dos perros más en el piso apenas si reflejaban su anatomía original. El olor seguía tan nauseabundo como en los últimos siete días.
Respecto de la investigación, mientras más tiempo pase, más difícil será encontrar a los salvajes que aplican trato crudelísimo a inocentes animales.

Marcha y concentración
Ante la “inacción” de las autoridades, los vecinos ya organizaron una marcha y concentración para el domingo próximo, a las 15. La protesta se hará en la misma calle pública del barrio, entre bulevar de Los Latinos y Spilimbergo.
La convocatoria es para que los vecinos concurran con sus mascotas. Según un comunicado recibido ayer en esta Redacción, se exigirá “investigación, juicio y castigo a todos los responsables”.

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¡Bestias!, con perdón de los animales

Haber estado junto a los mudos cadáveres de esos perros es una experiencia nada recomendable. El lugar es un callejón con escaso tránsito y parece haber sido elegido como matadero por personas que, según los pobladores del lugar, son vecinos del mismo barrio.
Pero no son pocos los que consiguieron ver a los “maltratadores-asesinos” cuando se movían con total crueldad y sin remordimiento.
No es éste el espacio para reflexionar qué mueve a un ser humano a dar ese trato a un animal, pero sí podría indagarse sobre lo que también es capaz de hacer esa persona.
Sin hacer extrapolaciones desmedidas, seguramente quien maltrata a un animal no será muy bondadoso con sus semejantes en su hogar, en su trabajo y en la vida pública. Más si se actúa con tanta crueldad.
Uno se siente tentado a decir que esas personas son delincuentes “en potencia”. Pero, en realidad, ya lo son.
Para quienes se resisten a entenderlo, en la Argentina está vigente la ley 14.345 de malos tratos y actos de crueldad hacia animales. En su artículo 1° señala que la pena es de 15 días a un año de prisión. En el 2° se habla de los maltratos y en el 3° se describe lo que se interpreta por actos de crueldad. Por lo que se lee allí, parece que el legislador no imaginó las barbaridades de Los Boulevares.
Pero también podemos preguntarnos qué pasa con quienes deben aplicar esa ley penal. A la luz de las demoras verificadas en este caso, debería instruirse a los policías para que actúen toda vez que se denuncien estos delitos.
Y, como sucede con todo hecho que está reñido con la ley penal y toma estado público, debe mover a un fiscal a labrar actuaciones de oficio.

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Repudio generalizado

Una avalancha de mails llegaron ayer a las casillas de correo electrónico de esta Redacción. Dirigidos también a otros medios, los mails proceden desde la ciudad de Córdoba, Tres Arroyos, Pilar, La Plata, Bahía Blanca, Buenos Aires, Mendoza, Guaymallén, Rosario, Santa Fe y hasta de Canadá.
Muchos de ellos son de protectoras de animales y también muchos de particulares indignados tanto con los autores de la matanza como así también ante la “inacción policial”, una frase que utilizaron como “Asunto” de gran cantidad de mails.
Algunos de los mensajes sostienen:

Crueldad y violencia. “Está absolutamente probada la relación que existe entre la crueldad con los animales y la violencia y el maltrato entre humanos. (...) La Policía debe entender que es su obligación hacer cumplir todas las leyes, que sus integrantes no pueden decidir arbitrariamente cuáles son importantes y cuáles no lo son” (profesora Lucía Trucchi, Córdoba).

Asesinos y cómplices. “Los aberrantes hechos publicados por La Voz del Interior están indicando que se trata de psicópatas asesinos que muy posiblemente harán lo mismo con humanos, especialmente niños. Mientras tanto, la Policía de Córdoba mira para otro lado. Es hora de que la Justicia no solamente castigue severamente a los asesinos sino también a estos policías cómplices de ellos” (José Luis Rodríguez, médico cirujano, presidente de Asociación para la Protección de Animales de Tres Arroyos).

Alarma. “La crueldad hacia los animales no es una válvula de escape inofensiva en un individuo sano... es una señal de alarma. (...) La crueldad hacia los animales está íntimamente vinculada a la violencia interpersonal. (... Se ha) identificado una tríada constituida por el abuso físico por parte de los padres, crueldad hacia los animales y violencia hacia las personas” (profesora Laura de Pedro, Bahía Blanca).

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