27 ago 2008

Preservar las napas de agua en Río Tercero

La Voz del Interior (22/08/2008)
Primeras reacciones para preservar las napas de agua en Río Tercero



Se empiezan a analizar alternativas para que las industrias no se sigan abasteciendo de la misma y agotable fuente que la ciudad.
Río Tercero. Por primera vez, la ciudad de Río Tercero empieza a mostrar alguna reacción para abordar a tiempo un tema que puede ser clave en su futuro: la preservación de sus napas subterráneas, para asegurar el agua potable que la ciudad requerirá en las próximas décadas.
Ayer, el Concejo Deliberante aprobó una moción del bloque oficialista de la UCR para generar una primera reunión que analice esta cuestión, entre el municipio y la Cooperativa de Obras y Servicios, que está a cargo de la concesión del agua. Mientras, ediles opositores del PJ apuntaron algunos datos que lograron recabar tras unas primeras gestiones por este asunto.
En general, se empieza a admitir que si la ciudad no asume a tiempo algunas acciones para preservar ese recurso natural, que es agotable, en el futuro podría tener serios trastornos para brindar su servicio de agua potable.
En marzo, en un informe especial, este diario planteó esta problemática bajo el título “Hasta cuándo Río Tercero tendrá agua potable de sus napas subterráneas”. El pasado jueves 14, otro informe resumió las primeras reacciones. En base a los datos aportados por esos informes, el bloque oficialista planteó ayer iniciar una serie de reuniones para abordar el tema, postura que fue aprobado por unanimidad.
Como tema central, aparece el hecho de que de las mismas napas que extrae el agua para la ciudad la Cooperativa de Obras y Servicios (que demanda unos cuatro mil millones de litros por año), la toman también para sus procesos industriales las tres principales empresas locales (Atanor, Petroquímica y Fábrica Militar).
La cuestión es que las industrias consumen igual o hasta mayor cantidad de agua que los 50 mil habitantes de la ciudad, y extrayéndola de las mismas napas, a más de 200 metros. Esas napas son las más profundas. Las ubicadas a 40 y a 100 metros ya casi no se utilizan porque aparecen degradadas.
El dilema es que este alto nivel de consumo achica la reserva. Esa reducción sería mucho menor si se variara el punto de extracción de las industrias, que podrían tomar el agua que requieren desde el cauce del río que pasa sobre sus predios. El problema, en ese caso, es que la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia (ex Dipas) le impide a las industrias extraer agua del río y sólo les autoriza el uso de las napas. El argumento de la repartición es que el río no siempre lleva caudal suficiente y que además es fuente de provisión de otras ciudades, aguas abajo, por lo que no se debería comprometer su caudal con extracciones masivas evitables.
Para Río Tercero, el dilema es que a este ritmo, sus napas subterráneas podrían tener una vida útil acotada. Cuando por falta de recurso o contaminación ya no pueda extraerla de allí, la ciudad deberá buscar otra fuente, y terminará acudiendo al mismo río. Para eso, requerirá una inversión millonaria para crear una planta potabilizadora. Ese esquema supondrá la necesidad de gran erogación, pero para dar un peor servicio (el agua de napas es de mejor calidad) y encima con un costo operativo superior.

Por primera vez
La primera reunión para abordar el tema será, en fecha a fijar, entre concejales, funcionarios del área ambiental municipal y directivos de la Cooperativa de Obras. El edil radical Adrián Scoppa señaló que luego se sumarían consultas con la Provincia y las empresas químicas.
Scoppa recordó que la Carta Orgánica local exige al municipio “la protección y preservación del recurso” del agua.
Mientras, desde el bloque justicialista, Silvia Quiroga avaló la idea de avanzar en esta cuestión y anticipó que desde hace semanas vienen recabando datos. Señaló que se reunieron con directivos de Atanor y Petroquímica, “que se mostraron predispuestos –dijo la concejala– a buscar alternativas para dejar de extraer el agua de esas napas”. Quiroga citó la posibilidad de gestionar ante organismos nacionales créditos blandos para que las empresas del polo industrial puedan obtener agua del río para sus procesos, y mediante tratamiento de efluentes, regresar buena parte de ella al mismo cauce. “Y gente de la Universidad Nacional de Río Cuarto, a través del diputado nacional Alberto Cantero, nos confirmó además que el agua de este río es apta para uso industrial”, acotó Quiroga.
Los ediles del PJ señalaron que desde la repartición provincial a cargo del control de aguas (la ex Dipas), el argumento para no autorizar la toma del río para las tres industrias riotercerenses serían las semanas de sequía, que reducen su caudal de agua.
Sin embargo, en ese caso, una alternativa sería permitir a las industrias recurrir a las napas sólo en las semanas en que el caudal del río quede comprometido.

Pedido de informes
De todos modos, las gestiones ante el ente provincial por este tema no están aún oficialmente planteadas, siendo un paso clave para avanzar en su resolución.
En marzo –tras aquel primer informe de este diario sobre el tema– la legisladora provincial riotercerense María Alejandra Matar (UCR) presentó un pedido de informes a la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia. Pero ese pedido aún no fue aprobado en la Legislatura, donde el justicialismo tiene mayoría.

Marche un estudio
En tanto, desde la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos de Río Tercero, que como concesionaria de la prestación admite su preocupación por el futuro del recurso acuífero, decidieron días atrás contratar un nuevo estudio sobre las napas, apelando a un equipo de profesionales de la Universidad Nacional de Córdoba, que hace unos 25 años realizó un trabajo similar. Ese estudio, que demandará un año, establecerá la cantidad y calidad de agua existente bajo el suelo y la antigüedad que registra, entre otros datos.

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