12 jun 2008
A un año del accidente en Petroquímica
1:14 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (12/06/2008)
A un año, qué se sabe del accidente en Petroquímica
Río Tercero. Hace hoy un año, Jorge Molina (53) y Marcelo Martinelli (22) se transformaban en las dos primeras víctimas fatales que un escape químico dejaba en la ciudad. La investigación judicial sobre lo sucedido se mantiene abierta, aunque todo indica que habría novedades –e imputaciones– en breve.
El 12 de junio de 2007, a las 6.47, un escape de gas fosgeno de una cañería dentro de la planta de Petroquímica Río Tercero desataba una tragedia. Aunque había varios operarios trabajando, el escape fue muy reducido en volumen y espacio, aunque con un gas de altísimo riesgo: el fosgeno. Molina y Martinelli estaban en el momento menos propicio, en el sitio más peligroso. Ambos aspiraron el gas y a las pocas horas fallecieron.
Ambos no eran empleados de Petroquímica sino de la empresa contratista Assi y realizaban tareas de mantenimiento.
La Justicia aún no ha resuelto el tema. El fiscal Marcelo Ramognino, a cargo del caso, pidió durante el año que ya pasó del hecho numerosas pruebas y ordenó diligencias y estudios. Ayer, consultado por este diario, el fiscal anunció que está a punto de concluir su investigación para que el caso pase a la instancia de juicio.
Fuentes ligadas a ese voluminoso expediente confiaron que todo indica que habría varias imputaciones. En la investigación se evaluaron las presuntas responsabilidades de quienes debían operar o controlar el sistema de válvulas dentro de la planta (aparentemente una habría quedado abierta durante una parada de planta, y eso habría facilitado que se genere el escape) pero también las de aquellos que debían supervisar que esa área estuviera en condiciones. Según trascendió, el fiscal habría avanzado en una amplia línea de presuntas responsabilidades dentro de la empresa donde ocurrió el hecho.
También se sabe que profundizó el rol que le cupo al personal médico que atendió al personal afectado por el escape. En ese marco, trascendió que un aspecto importante en la causa sería cómo se asistió a los accidentados y por qué razón se les habría indicado que se dirigieran a sus casas luego de una primera revisión en vez de derivarlos a una asistencia médica más compleja en forma urgente. No sería menor el aspecto que los signos más graves de intoxicación con este tipo de gases pueden aparecer –aseguran los especializados médicos– después de varias horas. En este aspecto sería clave un informe de especialistas que ordenó el fiscal y a su vez una prueba que está a punto de llegar a su despacho que justamente permitirá cotejar algunos detalles técnicos de las autopsias con los informes médicos. Ese informe sería uno de los últimos pasos antes de la resolución.
Si hubiere imputados, como se supone, se da por seguro que la calificación sería la de homicidio culposo, la misma que cabe en los accidentes con víctimas.
También en el expediente figuraría como conclusión que la empresa no necesitaba un equipo médico en forma permanente por la cantidad de personal que ocupa, para cumplir las leyes vigentes en esa materia.
El fiscal
En diálogo con este diario, Ramognino confirmó que su investigación está a punto de concluir. Sin adelantar opinión sobre sus conclusiones, recordó que su criterio central será "fijar el hecho de manera clara, precisa, específica y circunstancial" atendiendo al "principio de congruencia" y precisó que se esmeró "en producir la mayor cantidad de pruebas posibles" para esclarecer el caso.
En la investigación se tomaron numerosos testimonios, se ordenaron pericias y se pidió la intervención de equipos técnicos y médicos especializados solicitados al Poder Judicial de la Provincia.
Mientras, la familia de las víctimas fatales constituidas en querellantes aguardan que se sepa cómo sucedió el hecho.
Según trascendió en otro orden, a la querella penal que investiga el fiscal Ramognino se suma otra de tipo civil, radicada en el juzgado local del juez Gustavo Massano, iniciada por familiares de ambas víctimas, que está en proceso aunque todo indica como cercana la posibilidad de un acuerdo resarcitorio de las partes con la compañía aseguradora de la empresa.
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A un año, qué se sabe del accidente en Petroquímica
Río Tercero. Hace hoy un año, Jorge Molina (53) y Marcelo Martinelli (22) se transformaban en las dos primeras víctimas fatales que un escape químico dejaba en la ciudad. La investigación judicial sobre lo sucedido se mantiene abierta, aunque todo indica que habría novedades –e imputaciones– en breve.
El 12 de junio de 2007, a las 6.47, un escape de gas fosgeno de una cañería dentro de la planta de Petroquímica Río Tercero desataba una tragedia. Aunque había varios operarios trabajando, el escape fue muy reducido en volumen y espacio, aunque con un gas de altísimo riesgo: el fosgeno. Molina y Martinelli estaban en el momento menos propicio, en el sitio más peligroso. Ambos aspiraron el gas y a las pocas horas fallecieron.
Ambos no eran empleados de Petroquímica sino de la empresa contratista Assi y realizaban tareas de mantenimiento.
La Justicia aún no ha resuelto el tema. El fiscal Marcelo Ramognino, a cargo del caso, pidió durante el año que ya pasó del hecho numerosas pruebas y ordenó diligencias y estudios. Ayer, consultado por este diario, el fiscal anunció que está a punto de concluir su investigación para que el caso pase a la instancia de juicio.
Fuentes ligadas a ese voluminoso expediente confiaron que todo indica que habría varias imputaciones. En la investigación se evaluaron las presuntas responsabilidades de quienes debían operar o controlar el sistema de válvulas dentro de la planta (aparentemente una habría quedado abierta durante una parada de planta, y eso habría facilitado que se genere el escape) pero también las de aquellos que debían supervisar que esa área estuviera en condiciones. Según trascendió, el fiscal habría avanzado en una amplia línea de presuntas responsabilidades dentro de la empresa donde ocurrió el hecho.
También se sabe que profundizó el rol que le cupo al personal médico que atendió al personal afectado por el escape. En ese marco, trascendió que un aspecto importante en la causa sería cómo se asistió a los accidentados y por qué razón se les habría indicado que se dirigieran a sus casas luego de una primera revisión en vez de derivarlos a una asistencia médica más compleja en forma urgente. No sería menor el aspecto que los signos más graves de intoxicación con este tipo de gases pueden aparecer –aseguran los especializados médicos– después de varias horas. En este aspecto sería clave un informe de especialistas que ordenó el fiscal y a su vez una prueba que está a punto de llegar a su despacho que justamente permitirá cotejar algunos detalles técnicos de las autopsias con los informes médicos. Ese informe sería uno de los últimos pasos antes de la resolución.
Si hubiere imputados, como se supone, se da por seguro que la calificación sería la de homicidio culposo, la misma que cabe en los accidentes con víctimas.
También en el expediente figuraría como conclusión que la empresa no necesitaba un equipo médico en forma permanente por la cantidad de personal que ocupa, para cumplir las leyes vigentes en esa materia.
El fiscal
En diálogo con este diario, Ramognino confirmó que su investigación está a punto de concluir. Sin adelantar opinión sobre sus conclusiones, recordó que su criterio central será "fijar el hecho de manera clara, precisa, específica y circunstancial" atendiendo al "principio de congruencia" y precisó que se esmeró "en producir la mayor cantidad de pruebas posibles" para esclarecer el caso.
En la investigación se tomaron numerosos testimonios, se ordenaron pericias y se pidió la intervención de equipos técnicos y médicos especializados solicitados al Poder Judicial de la Provincia.
Mientras, la familia de las víctimas fatales constituidas en querellantes aguardan que se sepa cómo sucedió el hecho.
Según trascendió en otro orden, a la querella penal que investiga el fiscal Ramognino se suma otra de tipo civil, radicada en el juzgado local del juez Gustavo Massano, iniciada por familiares de ambas víctimas, que está en proceso aunque todo indica como cercana la posibilidad de un acuerdo resarcitorio de las partes con la compañía aseguradora de la empresa.
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