23 feb 2008

Lácteas habilitadas libres de arsénico

El Diario de Villa María (23/02/2008)
Aseguran que las industrias lácteas habilitadas están libres de arsénico

Estudios realizados por el INTA y la ESIL, dieron cuenta de la existencia de arsénico en el agua utilizada en algunos tambos de la cuenca. Para saber los alcances del problema, El Diario Rural dialogó con Gustavo Seia, presidente de Pylacor, y Graciela Marin, responsable del laboratorio de la UTN
La preocupación generada por la existencia de arsénico en el agua de algunos tambos de la cuenca es compartida por los industriales lácteos que trabajan por obtener calidad en sus productos.
Desde Pylacor, Gustavo Seia (foto) señaló que para obtener la habilitación “la DIPAS y la Dirección de Medio Ambiente obligan al análisis de agua”, por lo que se puede concluir que todas las fábricas habilitadas pasan el examen de libres de arsénico.
De todos modos, admitió que “quedan algunas fábricas y productores al margen de la ley y de las normativas. Sabemos que es una constante la lucha por la formalización de esas industrias, no sólo para competir igualitariamente, sino por preservar la calidad de los productos elaborados en la zona”.
En Pylacor vienen llevando adelante un trabajo interno con los productores para alcanzar la máxima calidad. Para ello, cuentan con dos consultores que asesoran y controlan. “En nuestra zonal, el ingeniero Ricardo Zanotti y un equipo de Córdoba, están ayudándonos. Además, la provincia se comprometió a trabajar con los tambos, con todo el tema del agua, la calidad, la racionalización y los deshechos que pueden y deben ser utilizados para fines productivos, evitando la contaminación ambiental”, agregó Seia.
El principal trabajo que se debe realizar, es, a criterio del dirigente de Pylacor, la educación. “Ofrecemos información a los productores sobre qué agua se debe usar y cómo”, agregó.
Cuando los análisis de la DIPAS demuestran que no es apta, tienen que potabilizar o buscar en otra perforación; caso contrario, no obtienen la habilitación.
“Cuando se detecta esto comienza el tratamiento de las aguas, tanto para la racionalización del uso, como de los efluentes que se generan en las fábricas”, indicó.
La zona de Villa María, en general tiene muy buena calidad de agua. “Hay zonas de aguas duras, con distintas sales, pero los productores y fabricantes saben y deben tratarlas porque de lo contrario no pasarían las admisiones en normas de calidad”, dijo.
Para ello, utilizan productos y bombas con dosificadores que potabilizan, concluyó.

Los efectos en el cuerpo humano
El arsénico (As) es un metaloide que se encuentra como contaminante natural en muchos cursos de agua y napas de agua subterránea. Es un veneno legendario. El trióxido de arsénico se denominó en Francia “el polvo de la sucesión”, porque se creyó que el acostumbramiento protegía contra envenenamientos, como se narra en algunas novelas. Esto es incorrecto ya que el arsénico se va acumulando en el organismo y puede provocar ciertos tipos de cáncer (de pulmón, de piel y otros). Se deposita en los pelos, donde no causa daños.
En los cursos de agua aparece el arsénico debido al abundante uso como agroquímico o proviene de partículas de cenizas voladoras de diversos sistemas de incineración.
La intoxicación crónica produce lesiones no cancerosas en la piel, efectos sobre los nervios periféricos, y puede llegar hasta neuritis dolorosas de miembros superiores e inferiores.

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