14 may 2007

Viva la soja

La Voz del Interior (14/05/2007)
Nunca Tercero Arriba produjo tanta soja como este año

La buena noticia que desde hace meses se presagiaba para el campo regional finalmente se cumplió. La cosecha de soja, en esta campaña, cuando restan pocos lotes por levantarse, alcanzaría el récord de hace dos años, que fue histórico en esta región. Incluso, muchos estiman que el rendimiento de la soja en 2007 sería levemente superior al de 2005.
“Es una muy buena cosecha, con el mismo promedio de hace dos años, que había sido el mejor”, indicó Héctor Ester, responsable de la Agencia Zonal Tancacha de la Secretaría de Agricultura de la Provincia.
El promedio de rinde regional, tomando un área que incluye todo Tercero Arriba, pero también zonas de los departamentos Río Cuarto, Calamuchita y Santa María oscila entre 28 y 29 quintales por hectárea. Una cifra similar se había logrado hace dos años. Pero la oleaginosa que hegemoniza la tarea agrícola regional cubrió ahora 360 mil hectáreas, a diferencia de aquella cosecha que tuvo 330 mil hectáreas sembradas, por lo que el volumen de lo recolectado este año termina siendo el mayor que esta zona jamás haya generado.
Siempre considerando el mismo promedio de algo menos de 30 quintales por hectárea, si en aquella cosecha se levantaron 957 mil toneladas, ahora se rondaría el millón de toneladas.
En la campaña 2006, con 345 mil hectáreas sembradas, se habían cosechado 793 mil toneladas de soja, con un rendimiento que rondó entre los 23 a 25 quintales.

Agua bendita
Lo que incidió en este buen rendimiento de la oleaginosa fue el excelente régimen de lluvias. Las precipitaciones en tiempo y forma durante el verano, y en todas las etapas reproductivas de la planta fueron fundamentales. “Las lluvias llegaron cuando se las necesitaba; eso fue determinante”, indicó Ester. No obstante, aclaró que allí radicó una diferencia entre las variedades de ciclo corto (las primeras en sembrarse) con las de ciclo largo, que fueron las últimas en cosecharse y que ocuparon la mayor superficie. “En las primeras no hubo lluvias apenas sembradas, pero después se revitalizaron con las precipitaciones”, indicó el agrónomo.
En ese sentido, Ester estimó que entre una y otra variedad existió una diferencia de rendimiento de 20 por ciento.
De todas maneras, en uno y otro caso, los rindes son excelentes, muy buenos o buenos.
Mauro Buffón, de una firma cerealera de Río Tercero, si bien prefirió no precisar rendimientos definitivos hasta que no esté levantada toda la soja, consideró que es una buena campaña. Y coincidió con Ester en la diferencia entre las variedades tempranas y las tardías. “Es cierto, falto algo de agua al principio”, consideró.

Uniformidades y diferencias
A diferencia de la campaña del año anterior, en donde una constante fue la disparidad en los rendimientos según las zonas y los campos, en esta ocasión el mapa productivo regional fue más uniforme. Si bien hubo lotes puntuales en donde a raíz de una tormenta de granizo los rendimientos disminuyeron considerablemente (pero fue en menos del uno por ciento de los campos), en la mayoría se superó los 20 quintales y en otros hasta se llegó a los 40, una cifra casi impensada para los suelos de Tercero Arriba.
En la campaña anterior, por ejemplo, mientras en algunos campos se recolectaban 30 quintales o más de la oleaginosa, en otros, apenas se llegaba a los 12, lo que hizo disminuir el promedio general.
Damián Manzotti, de una firma agrícola de Colonia Almada, agregó por su parte que no en todos los sectores los rendimientos son iguales. “Es real que es una muy buena cosecha, pero cada zona tiene su techo”, graficó. En ese sector –según Manzotti– el promedio se estableció entre los 23 y 24 quintales. “De todas maneras, es un rendimiento muy bueno para este lugar, en donde difícilmente se puedan superar esas cifras”, opinó.
Además, Manzotti apuntó que en la economía de los productores sería interesante diferenciar entre aquellos que son propietarios y quienes arriendan un campo. “Son panoramas diferentes”, aclaró, para dejar en claro que la rentabilidad de los arrendatarios es mucho menor.
Luego de que el clima ayudó al campo regional, ahora todos los ojos se centran en las pizarras de cotizaciones, para conocer cómo evolucionan los precios y si los mercados darán otra mano. De todas maneras, si no existen grandes sorpresas, se descuenta que esta cosecha movilizará otra vez a la economía regional.
“Hay una realidad y está a la vista; fue un muy buen año para el campo y es una excelente noticia, no solo para nosotros, sino para todos”, expresó un productor sin ocultar conformidad.

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