10 abr 2007

Agua mineral

La Voz del Interior (10/04/2007)
En medio del salitre, descubrieron que utilizaban agua mineral

Fue un hallazgo para esta localidad del noroeste provincial, a 17 kilómetros del límite con La Rioja, enclavada en una región altamente salitrosa por su cercanía a las Salinas Grandes y con una eterna carencia de agua apta para el consumo humano. De casualidad, en el campo privado Establecimientos Los Olivares, tradicionalmente dedicado a la crianza de ganado vacuno y propiedad de los hermanos Ana María y Ricardo Ross, los propietarios descubrieron que desde hace décadas los animales del campo consumían agua mineral de máxima pureza.
Por curiosidad hicieron analizar el agua del antiguo pozo de 50 metros de profundidad, que habitualmente provee el agua para sus animales.
"Hicimos análisis y nos encontramos con la sorpresa de que tiene muy buenas propiedades minerales. Así lo corroboraron los laboratorios de la Universidad Nacional de Córdoba, con excelentes resultados bacteriológicos", señaló Ricardo Ross.
De ahí en más, se puso en marcha un inesperado proyecto para esta zona de secano. Ahora, los Ross envasan agua mineral para proveer a la localidad y la región. Antes refuncionalizaron el pozo y pusieron a funcionar un sistema simple con dos tanques, una bomba y dos filtros, que desembocan en una cisterna, donde el agua queda lista para ser envasada.
Al momento, se envasa en botellas plásticas de medio litro, un litro y medio y cinco litros y en bidones de 25 litros.
Hace un par de meses, la Municipalidad de Serrezuela, luego de décadas de carencia y turnos de escasas cuatro horas diarias de provisión del líquido, logró solucionar la provisión de agua potable a los habitantes. Mediante un aporte nacional, hizo perforaciones y armó una planta, que permite proveer agua las 24 horas del día a los 3.500 vecinos del radio urbano.
Para los serrezolanos el agua, desde siempre, fue un preciado tesoro que las circunstancias les negaron. En 1980 se construyó el dique Pichanas, en la comuna de Paso Viejo, cuyo objetivo era proveer el líquido: nunca llegó y el agua fue derivada a la colonización La Colonia.
En 1987, se descubrieron las aguas termales en El Quicho, a escasos 30 kilómetros, donde el desaprovechamiento hídrico asentó sus reales: durante 19 años se dilapidaron millones de litros de agua apta para uso humano y animal. Recién el año pasado la Dirección de Agua y Saneamiento provincial (Dipas) colocó una válvula para impedir el derroche.

Ver Nota On Line

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs