5 feb 2007

Dudan de la calidad del agua

La Voz del Interior (05/02/2007)
Azudes: ahora se abrió el debate por la calidad del agua del río Cuarto

Días atrás, cuando Río Cuarto se conmovía por el caso de un niño recuperado del Síndrome Urémico Hemolítico, un pediatra lanzó la voz de alerta. Sergio Borghi, especialista en el tratamiento de la enfermedad, manifestó su preocupación por una posible contaminación de las costas del río, producto del barro acumulado por los azudes (compuertas de goma que estuvieron infladas gran parte del año, para generar un espejo de agua que protege las bases del principal puente y sirve de esparcimiento).
La polémica sobre la calidad del agua se abrió ayer, cuando especialistas insistieron con que en el embalse proliferan bacterias, y el ex intendente, Alberto Cantero, denunció "vandalismo científico". El autor del proyecto de los azudes descartó contaminación y dijo que pedirá un estudio para comprobarlo, pero aseguró que la gente se puede bañar "con total tranquilidad".
Ana Luján de Fabricius, quien en la Universidad Nacional de Río Cuarto ( UNRC) estudia el río desde hace dos décadas, consideró en cambio que, tal como se había advertido antes de que la Provincia concretara la millonaria obra, los azudes afectaron la calidad del agua del río. Ayer confirmó que, en la zona del azud, donde han llegado a bañarse 20 mil personas, el índice de contaminación orgánica sería de nivel cuatro, es decir "nocivo" para el ser humano.
La especialista en Ciencias Naturales explicó tiempo atrás a este diario: "Por las características particulares de este río, si se frena el agua con los azudes, si no hay una arena que corra continuamente, no hay una destrucción de la materia orgánica particulada. Hay cada vez más bacterias, no hay microalgas que generen oxígeno".

Aguas abajo
También advirtió que el problema es más grave aguas abajo, donde la ciudad arroja sus efluentes cloacales. Para Luján de Fabricius, no hay dudas de que con el azud aumentó el número de bacterias, por ejemplo la escherichia coli. Admitió que siempre fue alta la cantidad de estas bacterias en la zona de Playa Bonita, pero cuando no estaban el gomón e incluso el paredón que sirve de base al azud (enclavado a 14 metros de profundidad), el agua corría y la arena actuaba como filtro abrasivo.
Para la comisión de defensa de las costas del río, el azud sólo debería estar inflado seis horas por día para no dejar el agua estancada demasiado tiempo. A todo esto, desde el municipio, se avanza en la conformación de una comisión multisectorial para abordar la problemática. Además, las autoridades locales pretenden que la Provincia les reintegre los 120 mil pesos gastados para limpiar el cauce tras la creciente, antes de que la creación de una unidad especial de supervisión a cargo de Cantero.

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