25 feb 2007
Culpan al avance de la agricultura
9:22 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (25/02/2007)
Culpan al avance de la agricultura por las crecidas de arroyos y ríos
En los últimos meses las lluvias intensas que se dieron en la región produjeron fenómenos inusuales como crecientes que convirtieron a tranquilos arroyos y ríos en caudalosos y amenazantes para la región.
El arroyo Santa Catalina evidenció crecidas excepcionales en su caudal que amenazan a algunas viviendas en proximidades de Holmberg y avanza sobre campos de la cuenca baja.
Para el ingeniero agrónomo José Cisneros que desde hace años realiza estudios sobre esta cuenca, hay varios factores que confluyen para que el comportamiento de esta cuenca sufra modificaciones: “Por un lado uno de los factores principales es la agriculturización. El Santa Catalina tiene una cuenca de más de 100 mil hectáreas de campos, y la mayoría de estos dedicado a la agricultura. Con las precipitaciones que hoy tenemos se produce un escurrimiento desde los campos muy fuerte que provocan este tipo de crecidas”. Y un hecho que no debe pasar desapercibido cual es que ese está en uno de los años de mayor intensidad de lluvias de los últimos 50 años.
Se suma a ello el hecho de la falta de cuidado de las costas que, en algunos tramos carecen de todo tipo de vegetación, elemento natural que es imprescindible para que cualquier cauce de agua no avance sobre costas.
El ingeniero Cisneros aclaró que los procesos que se están viendo en el comportamiento de arroyos son paulatinos, pero en momentos pueden generar alguna desestabilizació producto de lluvias extremas que, sumado a la intervención del hombre sobre la tierra, provocan crecientes excepcionales.
“Vamos a tener que reforzar obras y haciendo otras en marcha, como también controlar los picos conflictivos puntuales de manera tal de evitar desastres mayores”, alertó el profesional.
Además insistió en la necesidad de defender las defensas naturales que tienen los ríos y arroyos como lo es la vegetación: “Los árboles, los cañaverales forman defensas impenetrables e impiden que el agua erosione las costas.
Explicó que las raíces de las plantas penetran en cada milímetro cúbico del suelo y lo estabiliza por lo que evita que el agua al golpear con las barrancas las erosione.
Enfocándose en lo que ocurrió con el Santa Catalina en su paso por Holmberg, el profesional sostuvo que existe una “responsabilidad manifiesta del productor que reclama por el avance de las aguas que puso un criadero de cerdos y terminó con toda la vegetación existente en el terreno. Esto indefectiblemente provocó que no existan siquiera las defensas naturales con raíces de árboles o malezas.”
Por otra parte Cisneros aclaró que es imposible pensar que se estén desviando aguas del río Cuarto, hasta este arroyo, pues son cuencas independientes y ni siquiera de forma artificial se puede dar una intercomunicación.
Insistió el investigador que la alteración más importante que han tenido los arroyos en los últimos tiempos ha sido la agriculturización de los campos. “Por ejemplo esta crecida del Santa Catalina ha sido producida por 100 mil hectáreas que forman su cuenca”.
Cisneros destacó que con la construcción de las presas conocidas como El Cipión, que están en proyecto por la Dipas más algunas otras defensas en el pedemonte -pie de la sierra- permitirían regular los picos de creciente que se dan en el Santa Catalina.
“Está probada la eficiencia de las presas, ejemplo de ello es la de Tigre Muerto que ha controlado los excesos hídricos de ese arroyo que llegan a la zona de General Levalle y Laboulaye”.
Otras cuencas
Con respecto al arroyo 630 o Las Lajas que cruza al sur de Holmberg y se dirige hacia la cuenca baja pasando por ruta 35, Cisneros dijo que éste sufre un proceso intenso de erosión de fondo.
“Hoy este arroyo no avanza sobre sus márgenes porque ya lo hizo, ahora su erosión es de fondo. Eso obliga a pensar en hacer trabajos para regular el caudal y hacer obras en caídas de cascadas. De esta manera se controlará el cauce”.
Mencionó además que la presa Las Lajas construida aguas arriba regulará las aguas que lleve este arroyo por lo que con el tiempo el proceso erosivo se va a ir lentificando y por ende los daños serán menores.
Para el profesional la contención de crecientes y protección de arroyos y ríos se debe intensificar atento a las modificaciones que se están dando en los ciclos de lluvias, haciendo obras de bioingeniería que implican la colocación de árboles y arbustos que dan mayor estabilidad a los suelos,pero a su vez reforzar y replantear la necesidad de construir gaviones y presas que regulen los cauces, de manera de evitar desbordes que pongan en riesgos a centros urbanos.
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Culpan al avance de la agricultura por las crecidas de arroyos y ríos
En los últimos meses las lluvias intensas que se dieron en la región produjeron fenómenos inusuales como crecientes que convirtieron a tranquilos arroyos y ríos en caudalosos y amenazantes para la región.
El arroyo Santa Catalina evidenció crecidas excepcionales en su caudal que amenazan a algunas viviendas en proximidades de Holmberg y avanza sobre campos de la cuenca baja.
Para el ingeniero agrónomo José Cisneros que desde hace años realiza estudios sobre esta cuenca, hay varios factores que confluyen para que el comportamiento de esta cuenca sufra modificaciones: “Por un lado uno de los factores principales es la agriculturización. El Santa Catalina tiene una cuenca de más de 100 mil hectáreas de campos, y la mayoría de estos dedicado a la agricultura. Con las precipitaciones que hoy tenemos se produce un escurrimiento desde los campos muy fuerte que provocan este tipo de crecidas”. Y un hecho que no debe pasar desapercibido cual es que ese está en uno de los años de mayor intensidad de lluvias de los últimos 50 años.
Se suma a ello el hecho de la falta de cuidado de las costas que, en algunos tramos carecen de todo tipo de vegetación, elemento natural que es imprescindible para que cualquier cauce de agua no avance sobre costas.
El ingeniero Cisneros aclaró que los procesos que se están viendo en el comportamiento de arroyos son paulatinos, pero en momentos pueden generar alguna desestabilizació producto de lluvias extremas que, sumado a la intervención del hombre sobre la tierra, provocan crecientes excepcionales.
“Vamos a tener que reforzar obras y haciendo otras en marcha, como también controlar los picos conflictivos puntuales de manera tal de evitar desastres mayores”, alertó el profesional.
Además insistió en la necesidad de defender las defensas naturales que tienen los ríos y arroyos como lo es la vegetación: “Los árboles, los cañaverales forman defensas impenetrables e impiden que el agua erosione las costas.
Explicó que las raíces de las plantas penetran en cada milímetro cúbico del suelo y lo estabiliza por lo que evita que el agua al golpear con las barrancas las erosione.
Enfocándose en lo que ocurrió con el Santa Catalina en su paso por Holmberg, el profesional sostuvo que existe una “responsabilidad manifiesta del productor que reclama por el avance de las aguas que puso un criadero de cerdos y terminó con toda la vegetación existente en el terreno. Esto indefectiblemente provocó que no existan siquiera las defensas naturales con raíces de árboles o malezas.”
Por otra parte Cisneros aclaró que es imposible pensar que se estén desviando aguas del río Cuarto, hasta este arroyo, pues son cuencas independientes y ni siquiera de forma artificial se puede dar una intercomunicación.
Insistió el investigador que la alteración más importante que han tenido los arroyos en los últimos tiempos ha sido la agriculturización de los campos. “Por ejemplo esta crecida del Santa Catalina ha sido producida por 100 mil hectáreas que forman su cuenca”.
Cisneros destacó que con la construcción de las presas conocidas como El Cipión, que están en proyecto por la Dipas más algunas otras defensas en el pedemonte -pie de la sierra- permitirían regular los picos de creciente que se dan en el Santa Catalina.
“Está probada la eficiencia de las presas, ejemplo de ello es la de Tigre Muerto que ha controlado los excesos hídricos de ese arroyo que llegan a la zona de General Levalle y Laboulaye”.
Otras cuencas
Con respecto al arroyo 630 o Las Lajas que cruza al sur de Holmberg y se dirige hacia la cuenca baja pasando por ruta 35, Cisneros dijo que éste sufre un proceso intenso de erosión de fondo.
“Hoy este arroyo no avanza sobre sus márgenes porque ya lo hizo, ahora su erosión es de fondo. Eso obliga a pensar en hacer trabajos para regular el caudal y hacer obras en caídas de cascadas. De esta manera se controlará el cauce”.
Mencionó además que la presa Las Lajas construida aguas arriba regulará las aguas que lleve este arroyo por lo que con el tiempo el proceso erosivo se va a ir lentificando y por ende los daños serán menores.
Para el profesional la contención de crecientes y protección de arroyos y ríos se debe intensificar atento a las modificaciones que se están dando en los ciclos de lluvias, haciendo obras de bioingeniería que implican la colocación de árboles y arbustos que dan mayor estabilidad a los suelos,pero a su vez reforzar y replantear la necesidad de construir gaviones y presas que regulen los cauces, de manera de evitar desbordes que pongan en riesgos a centros urbanos.
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