2 dic 2006

Basurales del Gran Córdoba

La Voz del Interior (02/12/2006)
Muy lejos de ser erradicados, los basurales del Gran Córdoba crecen

Pese a los anuncios de la Provincia, los desechos siguen siendo quemados o enterrados sin tratar.
Pilar, Alta Gracia, Villa Carlos Paz, Río Ceballos, Jesús María. Cerca de rutas, ríos y viviendas persisten focos infecciosos a cielo abierto. Son predios donde la basura de los pobladores del Gran Córdoba se deposita, sin ningún tratamiento serio y sistemático, salvo pocas excepciones. Abundan las fosas improvisadas donde la quema es una constante, práctica que acrecienta los problemas de contaminación ambiental, malos olores en zonas urbanas y accidentes en las rutas, por el humo que dificulta la visibilidad. Además, son potenciales iniciadores de incendios que luego son incontrolables.
Este anillo de contaminación que circunda a la Capital provincial no se eliminó, pese a lo que prometió la Provincia con el anunciado Programa Córdoba Limpia en 2003. Ese plan contemplaba la construcción de vertederos controlados, con estaciones de transferencia y preveía financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo.
En la ciudad de Pilar, se iba a situar uno de estos establecimientos para recibir los residuos de Manfredi, Laguna Larga, Río Segundo y Costa Sacate. Allí, luego los camiones debían trasladarlos a la planta de Cliba, en Bouwer. "En aquel momento (año 2003) éramos uno de los departamentos que primero había presentado el proyecto para ser incluidos en Córdoba Limpia", manifestó el intendente, Orlando Cascú. Informó que el basural de Pilar, en la intersección de la ruta provincial 13 y la autopista Córdoba Oncativo, permanece a cielo abierto y sin tratamiento, para las siete toneladas diarias que se producen. Reconoció que la basura es algo costoso y que hay preocupación por eso.
Un desastre. Unos 50 kilómetros al sur, la imagen se repite. "El basural a cielo abierto es un desastre" definió Mario Bonfigli, intendente de Alta Gracia, y agregó: "Incluso, he rescindido el contrato al encargado de movimientos de basura, porque no los hacía como corresponde". La ciudad no está en condiciones de reciclar, aunque sí separa y vende lo recuperable. Cada habitante genera medio kilo de residuos por día. Pero, en verano, la masa total se duplica.
El último incendio en el basural de Alta Gracia se produjo en noviembre. Fueron más de cinco horas de contaminación en las sierras. "No tenemos miedo de que los incendios se propaguen porque las ramas de la poda y otros productos son depositados en diferentes sectores", se defendió el secretario de Obra Públicas, Marcelo Jean.
En otras comunas del departamento Santa María el cuadro no es distinto. Villa Parque Santa Ana, tiene un terreno con una fosa. Allí, hasta la determinación de la Provincia de encarcelar a quienes iniciaran focos de incendio, el fuego nunca se apagaba. Los Aromos y La Bolsa rentan un campo y los vecinos se quejan por la proliferación de insectos y tienen temor por la contaminación de las napas freáticas.

Bajo tierra
Villa Carlos Paz produce 100 toneladas diarias de desechos, que son colocadas en fosas. Eso le cuesta 12 mil pesos mensuales al municipio e incluye lo producido en Malagueño, Icho Cruz, San Antonio, Tala Huasi y Cuesta Blanca. Un proyecto para crear biogás con la basura de la ciudad apareció como una idea innovadora, pero nunca se puso en marcha.
Aldo Scagliarini, secretario de Obras y Servicios Públicos, deslindó responsabilidades en la Provincia. "No tenemos posibilidad de tener un enterramiento sanitario. Hay un plan director provincial para el tratamiento de todos los residuos sólidos", manifestó. Los lotes de los que disponen están en la montaña, con lo que las excavaciones son casi imposibles en la ciudad serrana. Todavía esperan allí una planta de transferencia para terminar con el tema en toda la región.
Alta Gracia se vio obligada a adquirir un terreno para una planta de separación de residuos sólidos urbanos, mediante la asistencia de la Universidad Tecnológica de Córdoba. Llevará seis meses finalizarlo, ya que se le incorporarán cintas transportadoras y compactadoras.
El basural de Jesús María muestra un colapso permanente desde 2001. Sin tratamiento en el suelo, el material orgánico queda bajo tierra. Lo inorgánico, queda para un grupo de familias que el municipio empleó con ese fin. Lo seleccionan y lo comercializan.
Con el plan de vertederos trunco, Colonia Caroya también ve cómo su pequeño predio está al borde de la saturación. Así, hace dos meses, decidieron tercerizar la separación de desechos. A pesar de ello, reconocen que hay que cambiar de estrategia a mediano plazo.
A pesar e los insistentes llamados a las autoridades de Córdoba Ambiente, este diario no recibió ninguna respuesta de los funcionarios responsables. La lentitud del organismo obligó a las ciudades a cambiar de estrategia y ahora buscan ayuda en las universidades. Los municipios de las Sierras Chicas fueron los primeros: comenzaron a elaborar un proyecto conjunto para unificar el tratamiento de los residuos sólidos urbanos.

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