3 dic 2006

Agua contaminada en Córdoba

La Voz del Interior (03/12/2006)
El 90% del agua subterránea está contaminada con arsénico

La concentración en el organismo provoca severos trastornos de salud. Las regiones del sur y del sudeste provincial son las más afectadas.
Casi el 90 por ciento del territorio provincial presenta concentraciones de arsénico en las napas de agua subterráneas superiores a los límites sugeridos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El dato se desprende de un informe elaborado por investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba a partir de resultados de ensayos químicos realizados en muestras tomadas de acuíferos en 238 localidades de la provincia.
La contaminación del agua subterránea con arsénico provoca importantes impactos negativos que limitan el uso del agua para las actividades agropecuarias y como fuente de provisión del líquido para localidades con densidad poblacional pequeña y mediana.
Esto porque el arsénico -un contaminante natural que en la nómina de la Agencia Internacional de Investigaciones de Cáncer (Iarc) integra el grupo uno de elementos cancerígenos para el ser humano-, es acumulable en el organismo por exposición crónica. Y en determinados grados de concentración ocasiona afecciones graves en la piel, en el sistema nervioso, en los órganos del aparato digestivo y a nivel gastrointestinal. También se acumula en los huesos, los músculos, la piel, el hígado y los riñones, lo que provoca severos problemas. Cuando las personas consumen agua con arsénico en forma prolongada suelen presentar callosidades localizadas en las palmas de las manos y los pies, signos característicos de la enfermedad denominada hiperqueratosis palmo-plantal.

Límites de concentración
La Dirección Provincial de Agua y Saneamiento (Dipas) adoptó este año, de manera provisoria, nuevos límites de concentración para arsénico en agua hasta que se cuente con información epidemiológica que sustente las modificaciones de los límites permisibles propuestos.
La meta que se aspira alcanzar como ideal es la de concentraciones menores o iguales a 0,01 mg/l (miligramo por litro). También contempla un segundo límite que establece como valor aceptable concentraciones entre 0,01 mg/l y 0,05 mg/l.
Por último, el organismo estatal fija como rango tolerable condicional y en forma temporaria el de concentraciones que oscilan entre 0,05 mg/l y 0,1 mg/l.
Concentraciones mayores a este último valor son consideradas inaceptables en todos los casos.

Dos regiones diferentes
En función de la información analizada, Franco Francisca, María Pilar Cebollada Verdaguer y Magalí Carro Pérez, los investigadores autores del informe, identificaron dos zonas bien definidas dentro de la provincia, con rangos de concentraciones de arsénico en el agua subterránea bien diferentes.
Una, nomenclada como A y B, está comprendida por los Llanos Riojanos, salinas asociadas y Sierras Pampeanas. Esta área se caracteriza por tener concentraciones de arsénico en agua subterránea, en general, menores a los 0,06 mg/l.
En cambio, en la región identificada como C, denominada Chaco-Pampeana, se observan las mayores concentraciones de arsénico en la provincia.
En esta área hidrogeológica, tomando como referencia los límites sugeridos por Dipas, el 70 por ciento de los acuíferos contiene concentraciones de arsénico no aceptables para agua potable.
"Si bien el problema es serio, sobre todo en las áreas rurales del interior provincial, hay que saber que no existe un solo acuífero en Córdoba sino que hay múltiples canales subterráneos", aclara Francisca.
"Algunos de ellos están interconectados pero otros no, por lo que a poca distancia de una napa contaminada por arsénico puede haber otra que no lo esté y, por lo tanto, puede utilizarse como fuente de agua para consumo humano", finalizó el investigador.

Cambio de nombre
Hasta principios del siglo 20, los padecimientos causados por la contaminación del agua por arsénico se conocían en la provincia de Córdoba como "enfermedad de Bell Ville", dado que en esta localidad se observaba la mayor cantidad de enfermos, aunque sin que las causas del problema sanitario fueran identificadas.

Descripción
Recién en 1917, Abel Ayerza describió exhaustivamente las características del Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (Hacer) en la Argentina.

Zona roja
En Córdoba, la contaminación por arsénico de los acuíferos afecta áreas del centro, sur y este provincial, en las que están comprendidas importantes ciudades como Bell Ville, Río Cuarto, San Francisco, Marcos Juárez y Villa María.

Contaminados
Los primeros casos de arsenicismo en el mundo fueron detectados en los operarios de fábricas dedicadas a la fundición, causados por el polvo producido por esas labores. En Argentina, también se observaron intoxicaciones crónicas por arsénico en productores y trabajadores rurales de la provincia de San Cruz que manipulaban productos para el tratamiento de la sarna ovina.

Problema global
El consumo de agua con contenido de arsénico constituye un problema sanitario serio tanto a nivel nacional como internacional. Argentina se encuentra entre los países con extensas zonas afectadas por la contaminación del agua subterránea con arsénico.

El origen
La presencia de arsénico en los acuíferos está relacionada con procesos geológicos asociados con la existencia de materiales de origen volcánico presente en los sedimentos de la Llanura Pampeana.

Área registrada
Un total de 238 localidades cordobesas aportaron información al estudio sobre "Distribución espacial del arsénico en las aguas subterráneas de la provincia". El área cubrió prácticamente la totalidad del territorio provincial, con un promedio de un registro cada 695 kilómetros cuadrados.

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