Se llevará adelante hoy a partir de las 18 en la Plaza Rivadavia con la actuación del cantante ecologista Joselo Shuap. La asamblea de vecinos autoconvocados de Alta Córdoba aún espera que el intendente Luis Juez responda al pedido de audiencia que le acercaron por nota el pasado 3 de agosto. En la carta que ingresaron por mesa de entrada argumentaban el pedido en el que insisten desde el mes de abril, en erradicar la planta de procesamiento de uranio “Dioxitek” ubicada en dicho barrio hace ya varios años.
Justamente con esa misma premisa es que este grupo de ciudadanos organizan hoy, a partir de las 18, el festival “Juntos por el Cierre de Dioxitek”, en la Plaza Rivadavia. Se trata de un encuentro de entrada gratuita para toda la familia, con música en vivo, proyección de videos, charlas y obras de teatro.
Según indicaron los coordinadores, habrá actividades dirigidas a los niños, como obras teatrales, títeres y proyección de videos, música en vivo, todo con el objetivo de crear en los más chiquitos la conciencia de preservar el medio ambiente. Al finalizar el festival, todos los niños presentes pintarán en forma conjunta un lienzo del tamaño de un mural con motivos ecológicos.
La jornada continuará con acciones junto a jóvenes y adultos, como la presencia musical de Cristina Paredes (docente y vecina del Complejo Fabril de Alta Córdoba) y de los integrantes de la “Gira Nacional por el Agua” que llevan adelante el misionero Joselo Shuap y su grupo.
El artista inició a principios de agosto la gira nacional “H2O” en Puerto Iguazú, junto con un grupo de artistas que actuando como “centro cultural itinerante”, pretende unir La Quiaca y Ushuaia esparciendo su concepto de “arte-denuncia-concientización”.
Shuap es un músico popular cuyo grupo está compuesto por un muralista, dos poetas, un actor, un artesano en platería, un videasta, cuatro músicos, un tallador en madera y un cuerpo de baile tradicional.
Según se informó, al encuentro fueron invitados el titular de la Fundación en Defensa del Medio Ambiente (FUNAM), Raúl Montenegro y de geólogo y presidente del Foro Social del Pramu, Juan Carlos Ferrero. Ambos, junto a los representantes de la asamblea de vecinos autoconvocados brindarán precisiones sobre los motivos que los lleva a movilizarse contra Dioxitek.

El pedido
La Asamblea de Vecinos de Alta Córdoba tiene como objetivo exigir el cierre inmediato y la consecuente erradicación de la planta de tratamiento de uranio emplazada en pleno barrio Alta Córdoba.
La Asamblea está formada por vecinos de Alta Córdoba, barrios aledaños como La Fraternidad, Sargento Cabral, Hipólito Yrigoyen, Mariano Fragueiro, Panamericano, y General Bustos.
“La participación es voluntaria, no partidaria y el grupo se conforma por profesionales, amas de casa, docentes, estudiantes y toda persona que se sienta perjudicada y tenga intenciones de vivir en un barrio y no en un ‘basurero nuclear’”, indicaron los coordinadores de la asamblea.
“La planta de “Dioxitek SA”, cuyo propietario mayoritario es la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), dedicada a producir polvo de dióxido de uranio, tiene enterradas y semienterradas (según cifras oficiales de CNEA) al menos 57.600 toneladas de residuos radiactivos de baja actividad (mezclados con residuos peligrosos no radiactivos), sin membrana protectora”, señalaron además los integrantes de la asamblea de vecinos autoconvocados de Alta Córdoba.
“Esto la transforma en una fuente activa y permanente de contaminación del suelo, del subsuelo, de las aguas subterráneas, y del aire”, insistieron.
A pesar que un informe de la CNEA enviado recientemente a la defensora del Pueblo adjunta de la Provincia, Jessica Valentini, subrayaba que la producción de uranio no afecta la salud de la población lindante, los vecinos sostuvieron lo contrario.
“Dioxitek produce dióxido de uranio que se utiliza de combustible para los reactores nucleares. Para su fabricación, el mineral natural es enriquecido químicamente, convirtiéndolo en un material altamente radiactivo. El sobrante de este proceso, se entierra en nuestro barrio. El uranio absorbido por un ser humano se distribuye en todo el organismo, pero se deposita preferentemente en huesos, riñones e hígado. La inhalación de partículas de uranio y radón 222, puede producir cáncer de pulmón”, detallaron.