28 sept 2006

Destino real de los residuos

La Voz del Interior (28/09/2006)
Hay dudas sobre el destino real de los residuos patógenos

Aunque una ordenanza establece que los residuos patógenos que se producen en Río Tercero deben ser obligatoriamente entregados por las clínicas, hospitales y centros médicos que los generan a una empresa especializada que los traslada para su adecuado tratamiento final a Córdoba capital, han aparecido dudas acerca del acabado cumplimiento de esa norma.
Cuando semanas atrás se agudizó la polémica en torno al basural que utiliza la Municipalidad de Río Tercero, en un campo entre esta ciudad y Villa Ascasubi, los vecinos de ese predio que encabezaron los reclamos plantearon como una de las quejas principales que solía verse entre la basura restos de patógenos. Ese fue uno de los argumentos centrales que expusieron en la denuncia judicial que hicieron en Tribunales contra el municipio de Río Tercero. También fue ese punto el que subrayó en una denuncia por el mismo motivo la entidad ecologista cordobesa Funam.
La primera reacción desde la Municipalidad riotercerense, en el marco de una relación conflictiva por esos días con Tancacha (cuyo municipio clausuró el predio argumentado que estaba en su jurisdicción, en una medida que finalmente no tuvo validez legal) fue negar que pudiera haber patógenos volcados en ese basural y hasta poniendo en duda si no habrían sido arrojados para tener argumentos en contra del proyecto riotercerense de mantener ese lugar como destino de su basura domiciliaria.
Sin embargo, la duda quedó instalada en torno a si no habría generadores de basura patógena en Río Tercero, que incumpliendo la ordenanza vigente, “camuflan” ese tipo de residuos con los otros y terminan arrojados donde no corresponde. Incluso se sospecha que si se revisara a fondo muchos de los basurales de la región se descubrirían que esto no ocurriría sólo en el de Río Tercero.
En Río Tercero, todas las clínicas y centros médicos están obligados desde hace dos años a separar en bolsas especiales y diferenciadas los patógenos, y entregarlos a una empresa (en este caso es Ecología del Sudeste SA, de Bell Ville), dedicada a recogerlos y llevarlos para su eliminación al predio que opera la firma Cliba, en las afueras de Córdoba. Esa empresa bellvillense fue la única que se inscribió hasta ahora en el registro municipal con este fin y cobra según el peso de la carga que lleve.
No sólo en Río Tercero sino en varias ciudades donde rigen normas similares se sospecha que para bajar costos, puede haber centros médicos que sólo utilicen este sistema para parte de sus residuos y que el resto los derive mezclados con basura domiciliaria. Más grave aún es el panorama en las localidades donde no hay norma alguna en este sentido y los patógenos terminen siempre en los basurales a cielo abierto.
Los patógenos están considerados entre los residuos de mayor riesgo contaminante, por el foco infeccioso que representan.
En el caso de Río Tercero, consultados al respecto, desde las áreas de Seguridad y de Medio Ambiente se admitió que se tomó nota de la duda acerca del cumplimiento de la ordenanza en este rubro y que se extremarán los controles al respecto.

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