Fundamentos

En los fundamentos del proyecto, los concejales José Lomuoio y Rosana Zárate describieron la influencia de los carreros en la generación de basurales, razón por la cual pidieron al municipio que facilite ya sean playones o espacios abiertos lo suficientemente aptos para la maniobra tanto del volcamiento y clasificación de la basura, y la posterior recolección de los residuos por parte de Cliba.
Para los autores del proyecto, los más de 70 basurales a cielo abierto existentes en la ciudad, podrían reducirse a 10 (la misma cantidad de CPC) “y de esta manera promoverá un reordenamiento de los que conducen los carros tracción a sangre, que veían coartada su labor ante la no existencia de espacios afectados para dejar la basura y así dejar de ser pasibles de sanciones como las labradas hace poco tiempo”.
La concejala Zárate resaltó la actitud de los ediles del oficialismo, quienes finalmente apoyaron la iniciativa, con lo cual interpretó que tuvieron un guiño del Ejecutivo para darle curso a la iniciativa.
Zárate indicó que el proyecto surgió luego de consensuar la idea con un grupos de carreros. “Los carreros nos hicieron este pedido, ahora dependemos de la voluntad del Ejecutivo de poner en marcha este proyecto. Esperemos que lo reglamenten rápidamente”, dijo.
La idea de encontrar terrenos cerca de los Centros de Participación Comunal es para que los directores gestionen esta iniciativa. Uno de los obstáculos que se menciona en el municipio es la inexistencia de terrenos, tanto públicos o para expropiación, debido al “boom” de la construcción. “En los alrededores de algunos CPC casi no quedan espacios para poder implementar este proyecto”, dijo una fuente del Palacio 6 de Julio.