20 ago 2006

Erosión

El Puntal de Río Cuarto (20/08/2006)
Erosión: se pierde un millón de toneladas de suelo fértil por año

Investigadores de la Universidad advirtieron que la problemática crece por el fenómeno de la sojización. Las zonas de Cabrera y Gigena, las más afectadas. En el país el deterioro alcanza al 20% del territorio
Por la erosión, un millón de toneladas de suelo fértil se pierde por año en la región, con una tendencia a incrementarse paulatinamente, en virtud de la intensificación de la agricultura y la falta de rotación de los cultivos.
El cálculo corresponde a un estudio científico titulado “Identificación de los focos activos de erosión hídrica lineal y programa de control de erosión en la cuenca media y alta del arroyo Santa Catalina (arroyos La Barranquita, Cipión y La Colacha)” perteneciente a la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC).
La erosión preocupa sobremanera a los científicos puesto que disminuye la cantidad de campos fértiles y amenaza con colapsar puentes y rutas, dejando en pleno aislamiento a las poblaciones.
Por ejemplo, el 20 por ciento del territorio argentino se halla dañado por la erosión, ya sea del viento, del agua o del hombre.
En la región, cerca del 5 por ciento de la extensión agrícola se encuentra en un estado crítico. Se trata de superficies rurales ubicadas en General Cabrera, Gigena, en la zona lindante con San Luis y en el extremo sur.
Según estimaciones, cada año se suman en el país 650 mil nuevas hectáreas de deterioro.
Por ejemplo, en la región pampeana se han detectado casos puntuales de pérdidas de hasta 5 milímetros de suelo fértil por año.
El trabajo en cuestión fue hecho por investigadores de los departamentos Ecología Agraria y Economía Agraria de la Facultad de Agronomía y Veterinaria y estuvo coordinado por el ingeniero agrónomo José Cisneros, especialista en uso y manejo de suelos.
Advierte sobre el crecimiento de la erosión y su impacto en los rindes de los campos y propone a la vez programas de control en la cuenca del arroyo Santa Catalina.
Del millón de toneladas de tierra que se pierde por año, el 20 por ciento (200.000 tn/año) llega a los arroyos.
Los profesionales investigaron el comportamiento erosivo en los suelos de la cuenca del citado arroyo, que se extiende desde Achiras hasta Cuatro Vientos.El objeto de estudio abarcó unas 80 mil hectáreas y se detectaron más de 60 focos de erosión.
Los investigadores dicen que este cuadro de situación se debe al mal manejo del suelo, concretamente a la falta de rotación de los cultivos y al fenómeno de la sojización.
En relación con las cárcavas, éstas avanzan entre 100 y 200 metros por año, inutilizando tierras aledañas y poniendo en jaque a puentes, caminos rurales, rutas y alcantarillas.
“Lo que hemos estado estudiando últimamente es cómo ha avanzado la erosión en relación con el cambio en el uso del suelo que hubo en los últimos años”, dijo el ingeniero Cisneros, en diálogo con PUNTAL.
“La erosión es un proceso que está en todas las tierras de nuestra región. El problema es cuando esa erosión se produce en un grado mayor a lo que la naturaleza misma genera de suelo por año, que es lo que llamamos erosión acelerada”, acotó.
Cisneros agregó que en los últimos años la erosión creció a partir de una mayor presión en el uso de los suelos, sobre todo con el cambio que hubo de los sistemas de producción mixtos a otros más especializados, como por ejemplo el del cultivo de la soja.
“Esto en algunas zonas se ve con cierta preocupación porque ya se trata del monocultivo de la soja y porque ha incrementado las tasas promedio de erosión de suelos. De consolidarse este modelo de producción creo que vamos a estar en el mediano plazo en una situación más que preocupante”, pronosticó.
—¿Qué se ha constatado?
—Por ejemplo, en zonas cercanas a Cabrera, Gigena, en el límite con San Luis y en el sur provincial se ha superado esa tasa. Esto significa que la capacidad para la agricultura intensiva se ha agotado. La situación crítica comprende casi un 5 por ciento de la superficie que nosotros estudiamos.

El caso de las cárcavas
Cisneros sostuvo que también se encuentra la erosión en cárcavas: “Es un problema muy grave por las consecuencias que esto genera en términos de rotura de puentes, caminos, rutas y alcantarillas. El grado de avance de esas cárcavas es de entre 100 y 200 metros por año”.
Dijo además que de lo que se está hablando es de la pérdida de tierra fértil. “Porque la capa superficial del suelo es la que tiene la mayor fertilidad y por ende productividad”, explicó.
Finalmente, Cisneros exhortó: “El productor tiene que tomar conciencia de que el suelo es un recurso esencial para él y las futuras generaciones y que él debe entregarlo a ellas más o menos en las mismas condiciones en las que lo recibió. Para eso hay que rotar los cultivos, para que también se devuelva productividad al suelo”.
La investigación científica también enumera propuestas de solución tales como la construcción de presas de tierra en las cuencas cabeceras, la forestación de las riberas y técnicas agronómicas para los campos afectados.
La problemática de la erosión causa pérdidas en la producción agropecuaria varias veces millonaria, con consecuencias negativas para las economías regionales.

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