Un grupo de ciudadanos hizo la investigación. Los datos que aportan causan escalofríos. ¿La DIPAS? Bien, gracias Ellos concurrían al lugar en bici o caminando dos o tres veces por semana y fueron viendo cómo avanzaba “la mano (destructora) del hombre sobre el brazo del río y también sobre la ribera”. Entonces decidieron analizar el tema. Así, se apostaron en las cercanías del puente andino y contabilizaron siete camiones, que cada día realizan un promedio de siete viajes cargados, repletos de arena.

Provienen “del lado que va para Yucat y no para ATILRA”, explican.

“Si cada camión lleva cuatro metros cúbicos de arena y estamos hablando de unos 35 viajes de arena... saque la cuenta”, sugieren.

Llegaron a nuestra Redacción y mostraron las fotos que ellos mismos tomaron, donde se pueden apreciar grandes cavas. En algunos de los casos, al ser tan profundas y estar bajo el nivel del río, el agua brota y forma pequeñas lagunas.

Sostienen que “estamos ante un negocio descomunal” y que “es por eso que no actúa ni la Municipalidad ni la DIPAS (Dirección Provincial de Agua y Saneamiento), tan preocupada en desterrar a las entidades que sí cuidan la ribera”. “Aquí han descalzado árboles porque abajo está la arena fina... están haciendo una monstruosidad y nadie quiere ver nada”, denunciaron los vecinos.